En el municipio de Argelia, Cauca, se adelantó la ‘Subasta por la paz’, en la que participaron compradores de diez países que lucharon por los mejores 15 lotes de café producidos en el departamento.
Este remate, que busca potenciar el talento de las familias caficultoras, es una estrategia del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en alianza con la Gobernación de Cauca para apoyar a las comunidades de este municipio del suroccidente del departamento.
Este proceso se inició con una convocatoria departamental en la que se recibieron 155 lotes del grano provenientes de 17 municipios. De esta muestra se hizo una primera selección que dejó como resultado las cincuenta mejores producciones.
Tras esta clasificación, 18 expertos de distintos países hicieron una cata a ciegas que definió a los 15 finalistas que compitieron para que su producción terminara adquirida por compradores de Holanda, Estados Unidos, Francia, Rumanía, Filipinas, Portugal, Finlandia, Polonia, Reino Unido y Colombia.
De igual forma, los demás participantes se integraron a una rueda de negocios complementaria con la abrieron oportunidades para comercializar sus lotes de producción.
Es de destacar que la ‘Subasta por la paz’ se da en un momento en que el café ha alcanzado un récord en el precio interno, llegando a $2.570.000 por carga, y en el que la producción del grano se superó en un 20%, de acuerdo con el corte a septiembre.
MinAgricultura, a través de este programa de promoción del café, busca no solo destacar la calidad del producto, sino también consolidar al café como un motor de transformación social. Esta iniciativa contribuye al posicionamiento internacional del Cauca como una tierra de cafés excepcionales, donde las comunidades caficultoras trabajan unidas para construir paz y desarrollo en sus territorios.
La ‘Subasta por la Paz’ marca un momento histórico para Argelia, ya que por primera vez un grupo de compradores internacionales llega al municipio para reconocer el esfuerzo de sus familias caficultoras. Este evento simboliza una nueva narrativa para la región: la paz construida a través del café. Para las comunidades, este hito es una muestra de que las buenas noticias también nacen de la tierra, del trabajo y de la esperanza.