La insostenible situación financiera que atraviesa la EPS Sura llevó a sus directivos a anunciar su retiro del sistema de salud del país. La situación agrava el panorama sanitario del país, que ve como se aleja la tercera entidad promotora más grande de Colombia, que tenía a cargo más de 5 millones de usuarios.
“Se trata de una decisión que evaluamos a lo largo de los meses con rigor, responsabilidad y transparencia con la que buscamos anticiparnos para evitar lo ocurrido con otras EPS”, afirmó la presidenta de Suramericana, Juana Llano.
Entre el 2022 y 2023 EPS Sura perdió $360 mil millones, lo que agotó su patrimonio, una situación que, según los directivos, fue notificada al Gobierno desde junio del año pasado, pero nunca hubo una respuesta.
Por su parte, Luis Carlos Leal, superintendente Nacional de Salud, aseguró que es la primera vez que una entidad promotora de salud presenta una solicitud de “desmonte gradual”. En entrevista con El Tiempo, explicó que para avanzar en este proceso, “se requiere un estudio profundo”.
“No puede ser una decisión que se pueda tomar en cuestión de horas”, remarcó Leal. A su vez, detalló que, para iniciar el proceso de estudio de esta solicitud, Sura debe cumplir una serie de requisitos legales estipulados por la norma.
Entre los requisitos se encuentran los estados financieros, estados de afiliación de pacientes y estudios poblacionales que se requieren para tomar una decisión de esta índole, además del plan de trabajo de la EPS.
Una vez se verifique el cumplimiento de todos los requerimientos, la Superintendencia de Salud tendrá tres momentos diferentes para avanzar en el proceso. Luego de la verificación de requisitos, la entidad cuenta con 30 días hábiles para “poder estudiar esa propuesta que ha presentado la EPS Sura del desmonte y hacer correcciones a la EPS”.
Posteriormente, Sura tendrá un periodo de otros 20 días hábiles para responder a las observaciones de la Superintendencia. El proceso contempla 15 días adicionales, para un total de 65 días hábiles.
Después de este periodo de aproximadamente tres meses y una semana, hay varios escenarios. “Existe la posibilidad inclusive de que la Superintendencia niegue la solicitud, es decir, que no se autorice ese retiro parcial voluntario”, en caso de que no se cumplan los requisitos para proteger el derecho a la salud.
Por otro lado, si se autoriza el desmonte progresivo voluntario y paulatino, pero la EPS llega a incumplir el programa, “también hay una indicación de hacer una intervención por parte de la Superintendencia ante este incumplimiento”.
Al igual que los directivos de la EPS, Leal dejó claro que el inicio de este proceso de retiro no significa que Sura ya está fuera del sistema de salud. “De hecho, la EPS se acabaría, de acuerdo con la norma, una vez finalice todo el programa de tránsito o de desmonte del sistema de salud”, dijo en diálogo con el mencionado medio.
Cabe resaltar que el proceso de retiro que solicitó Sura es diferente al proceso de liquidación voluntaria que, recientemente, pidió Compensar. De acuerdo con el Superintendente de Salud, en este caso, la EPS Sura “asumiría el pago de los pasivos, es decir, el giro de los recursos correspondientes a las reservas técnicas de estos pacientes hacia la EPS” receptoras.
Es decir, con su plan de trabajo, Sura se comprometería a dejar subsanados todos los trámites administrativos y financieros de los más de 5 millones de afiliados. En caso de que se acepte la solicitud de la EPS, se debe garantizar que todas las personas pasen, sin obstáculos, a otra aseguradora en el sistema de salud.