La superintendente de Transporte, Ayda Ospina, anunció que la aerolínea Viva Air será sometida al control de la entidad. Eso quiere decir que, si bien por el momento no será intervenida, la compañía necesitará autorización de la Superintendencia para vender sus bienes y deberá buscar la forma de devolver a sus pasajeros el valor de los tiquetes que hayan adquirido.

“La medida de sometimiento en control consiste en que la supertransporte adopta una serie de medidas que serán registradas ante la Cámara de comercio la cual impide la venta de bienes sin que cuente previamente con autorización de la Supertransporte”, explicó Ospina. La decisión fue anunciada en una rueda de prensa en la que la funcionaria estuvo en compañía del ministro de Transporte, Guillermo Reyes.

Así mismo, se le exige a Viva que adopte medidas necesarias para preservar todos los recursos obtenidos a través de la compra de tiquetes con el fin de garantizar a los pasajeros que no fueron transportados la devolución de su dinero.

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“Lo cual deberá presentar un reporte en el término de tres (3) días calendario y, en lo sucesivo, el último día hábil de cada mes, hasta cuando se superen las condiciones que dieron origen a la presente decisión.”, se lee en el comunicado.

La medida fue adoptada como consecuencia del cierre abrupto de las operaciones y las afectaciones económicas provocadas por la suspensión de sus actividades el pasado 27 de febrero. “La aerolínea deberá presentar un plan de recuperación y mejoramiento mediante el cual se tomen acciones para resolver las situaciones críticas que dieron origen a la imposición de la medida”, en un plazo máximo de dos días a partir de dicha notificación, afirmó la superintendente.

De otro lado, el ente de control le ordenó a la compañía restablecer la sede administrativa en un término de tres días y de esta manera definir el estado de las reservas emitidas y confirmadas a los pasajeros que adquirieron un tiquete previamente al cese de operación.

Por su parte, la superintendente de transporte explicó que el Gobierno no había tomado acciones previamente porque se presumía que la compañía continuaba operando pese a las dificultades económicas que enfrentaba.

“Tenían un plan de negocios que permanentemente estaban actualizando con reportes en la Superintendencia donde además mostraban que estaban presentando unas recuperaciones, cuando uno compara 2022 con 2021 encuentra que ellos tuvieron un incremento en sus ingresos importante del más del 70%, si bien ellos venían presentando indicadores financieros que podrían generar una alerta, siempre se ampararon en la hipótesis de negocio en marcha”, dijo la funcionaria.

En caso tal de que Viva Air incumpla con las medidas establecidas en dicho sometimiento de control, se ordenará la remoción de los administradores y revisor fiscal lo cual implicaría una inhabilidad para ejercer el comercio hasta por 10 años.

Por su parte, el Ministerio de Transporte, Guillermo Reyes aseguró que el proceso de integración entre Avianca y Viva Air continúa su trámite ante la Aeronáutica Civil, el día de mañana 7 de marzo la Aerocivil escuchará las propuestas de las terceras partes interesadas en la compra.