Colombia, un país situado en una de las zonas más sísmicamente activas, ha experimentado nuevos movimientos telúricos en las últimas horas. Este viernes 23 de agosto, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) ha registrado una serie de temblores, destacando la actividad en diversas regiones del país. Los sismos, aunque de magnitudes variadas, son una constante preocupación para la población, especialmente en áreas propensas a estos fenómenos.
Temblores más recientes registrados en Colombia el 23 de agosto
Este viernes 23 de agosto, se han registrado varios sismos en distintas regiones de Colombia, según reportes del Servicio Geológico Colombiano (SGC). A continuación, se detallan los eventos sísmicos más recientes:
06:55 am - Caparrapí, Cundinamarca
- Un sismo de magnitud 2.4 ocurrió a las 06:55 horas locales. El epicentro se localizó a 15 km del municipio de Caparrapí, a una profundidad de 44 km.
- Las localidades cercanas como La Palma y Yacopí también sintieron el temblor.
02:48 am - Guapotá, Santander
- Un temblor de magnitud 2.0 se registró a las 02:48 horas locales. El sismo tuvo una profundidad de 70 km, siendo detectado automáticamente por los sistemas del SGC.
02:34 am - Pasto, Nariño
- A las 02:34 horas locales, se produjo un sismo de magnitud 2.4 con una profundidad superficial.
- El epicentro estuvo cerca de municipios como Santiago, Colón y Sibundoy, en el departamento de Putumayo.
¿Por qué está temblando tanto?
La constante actividad sísmica en Colombia se debe a su ubicación geográfica, justo en la intersección de tres placas tectónicas: la placa de Nazca, la placa Sudamericana y la placa del Caribe. Estas placas están en constante movimiento, lo que provoca la liberación de energía en forma de temblores. Además, la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana en la costa del Pacífico es uno de los principales factores que contribuyen a la frecuencia y magnitud de los sismos en el país.
Los expertos señalan que la actividad sísmica es normal en una región como Colombia, donde se producen temblores de diversas magnitudes casi a diario. Sin embargo, el aumento en la percepción de estos movimientos puede deberse a una mayor sensibilidad de la población o a un incremento en la frecuencia de temblores superficiales, aquellos que ocurren a menor profundidad y son más perceptibles en la superficie.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.