El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien se encuentra en China terminando de gestionar el Metro para Bogotá, ha sido duramente criticado por el prestigioso medio británico The Economist, que precisa en un extenso artículo como el mandatario viene en caída libre y titula que “Petro está tambaleándose”.
Los escándalos de varios salientes Ministros del Gobierno Petro como María Isabel Urrutia o Carolina Corcho, de personalidades de su Gabinete como Laura Sarabia, su posición con respecto al conflicto Israel-Grupo Hamás, y su impuntualidad en los actos internacionales con los mandatarios mundiales, tienen en entre dicho la imagen del Presidente.
Estos aspectos basa The Economist, su informe, en el que señalan que el Gobierno Petro “está tambaleando”.
El Artículo inicia puntualizando que “Petro es profundamente impopular. Su índice de aprobación se ha desplomado de cerca del 60% de agosto de 2022 a la mitad en octubre de este año”; sin embargo, con respecto a este dato, precisa que “esto no es raro para los presidentes colombianos, que tienden a obtener menos del 50% de las encuestas durante la mayor parte de sus mandatos”.
Pero “o que hay que notar es lo rápida y pronunciada que fue la caída”, dice Andrés Mejía Vergnaud, consultor político en el medio inglés.
The Economist resaltó los inicios del Gobierno Petro, pero reveló los detalles de su caída
Reseña The Economist que el Gobierno se le vino a pique a Petro cuando se formó la polémica de la Reforma a la Salud, a la que le pidieron varios partidos y políticos reconstruirla, pero su entonces Ministra, Carolina Corcho, se opuso y ahí empezó a quebrarse el Gobierno. Petro cambió a medio Gabinete y lo “llenó de izquierdistas. Ha intentado gobernar mediante decreto de emergencia, pero el tribunal constitucional puede revocar sus actos. Una docena de reformas ambiciosas están estancadas en el Congreso, lo que enfurece a Petro. Ha empezado a organizar manifestaciones masivas en las que denuncia lo que llama el “golpe suave” en su contra”.
Con Laura Sarabia y Nicolás Petro, empezó la debacle del Presidente
Según The Economist, la debacle de Petro empezó “cuando la jefa de gabinete de Petro, Laura Sarabia, acusó a la niñera de sus hijos de robar dinero, la obligó a someterse a una prueba de polígrafo y la agencia de inteligencia de Colombia intervino ilegalmente su teléfono. Sarabia culpó a otro aliado de Petro, Armando Benedetti, entonces embajador en Venezuela, por haber filtrado la historia. Benedetti luego afirmó que tenía pruebas incriminatorias sobre la financiación de la campaña presidencial de Petro. Gustavo Petro niega todas las acusaciones”.
Por otro lado, el informe señala que la imagen de Petro en el mundo no es la mejor. “Tomemos como ejemplo a China. El país podría ampliar los puertos de Colombia, construir carreteras por el interior y proporcionar inversiones para energías renovables. En cambio, antes de reunirse con Xi Jinping, el líder de China, Petro indicó que su prioridad era hablar sobre el metro de Bogotá. Los diplomáticos chinos recomendaron que el Presidente no mencionara el tema. “Básicamente no existe una política pública sobre China”, dice Parsifal D’Sola, de la Fundación Andrés Bello, un grupo de investigación.
Según la publicación por Petro las políticas internacionales están caídas y perdería en las elecciones
The Economist aseveró que “Petro también destrozó la política de Colombia hacia Israel-Palestina. El presidente se desató en las redes sociales. Acusó al gobierno de Israel de “nazismo” y comparó el territorio palestino con Auschwitz. Cuando Israel tomó represalias congelando las exportaciones de armas y sistemas de defensa aérea a Colombia, Petro amenazó con cortar las relaciones diplomáticas. Bajo presión de funcionarios estadounidenses, se reunió con los embajadores israelí y palestino el 19 de octubre. Horas más tarde tuiteó que Colombia abriría una embajada en Cisjordania”.
Ante esta posible situación, The Economist califica que esto sería “una humillación para Petro, quien fue alcalde de la capital de 2012 a 2015. Algunos temen que una derrota aplastante provocaría que el presidente arremetiera”, reseña el informe.
Además, el medio británico revela algo delicado: “el gobierno ya está retrasando fondos para ciertas ciudades, revocando licencias para sus proyectos e inmiscuyéndose en todo lo que puede. Si estuviera dispuesto a ceder y moderar, varias fuerzas políticas estarían dispuestas a cooperar con él, dice Mejía. Eso parece poco probable.”, cierra el informe del medio.