Tras la aprobación en primer debate del proyecto de ley ‘Libertad Política’, que tiene entre sus objetivos que los congresistas puedan cambiar de partido político sin el riesgo de perder su curul, se ha generado toda una polémica en algunos sectores, principalmente por lo anteriormente mencionado.
En ese sentido, la ONG Transparencia por Colombia fue uno de los sectores que expresó su preocupación, ya que según ellos, el proyecto “abre la puerta al transfuguismo al permitir que actuales congresistas cambien de partido político, por una sola vez y sin perder su curul”. Además, indican que por tres razones la iniciativa terminaría afectando la integridad política, el sistema de partidos y la democracia representativa.
En primer lugar, argumentan que el transfuguismo se trata de un engaño hacia la persona que le dio el voto y la confianza hacia un candidato inscrito en una lista y que representa una postura política específica que identifica al votante. “El cambio repentino va en contravía de ese voto ciudadano expresado en las urnas”, detalla la ONG.
Como segundo planteamiento, aseguran que el hecho de que un congresista se desvincule de su partido y mantenga la curul, va en contra de la Constitución Política y también sería inviable a la luz de la Corte Constitucional, ya que “las curules no son propiedad de las personas, sino de los partidos y organizaciones políticas”.
Y en tercer lugar, los beneficiados de este proyecto son los mismos congresistas porque lleva a que haya un conflicto de interés debido a que estarían legislando para favorecerse a ellos mismos y obtener beneficios al cambiar las reglas de juego con las que fueron elegidos, poniendo en riesgo la integridad del sistema.
“Desde Transparencia por Colombia hacemos un llamado a mantener las reglas de juego claras para cuidar de la transparencia del sistema político y respetar la confianza otorgada por los ciudadanos con su voto”, concluyó al respecto la ONG por medio de una publicación en su cuenta de X (antiguo Twitter).
Por último, cabe resaltar que como esta iniciativa se trata de una reforma constitucional, el proyecto debe superar un total de siete debates adicionales para su aprobación, distribuidos entre tres más en la Cámara de Representantes y cuatro en el Senado. En caso de que no se completen los debates a lo largo de este año, este proyecto que tiene el apoyo desde congresistas de la bancada del Pacto Histórico hasta de la oposición como Miguel Polo Polo sería archivado.