En una movida inesperada, la empresa Uber ha decidido cesar su negocio de entrega a domicilio en Colombia por segunda vez. Esta decisión impactará tanto a conductores como a usuarios que dependían de la plataforma para la entrega de productos.
Uber dejará de operar su servicio de reparto a partir del 9 de agosto. Los conductores que actualmente trabajan en esta área fueron notificados esta semana y se les ha invitado a trasladarse al negocio principal de movilidad de la empresa, asegurándoles la posibilidad de seguir generando ingresos a través de la aplicación.
Razones del cambio
Uber había adquirido Cornershop en 2020 con la intención de expandir su presencia en el mercado de entregas a domicilio. Sin embargo, esta alianza no logró los resultados esperados, lo que llevó a la transformación de Cornershop by Uber en Uber Eats, en noviembre de 2023.
El portavoz de Uber aseguró que esta decisión no afectará su operación principal de movilidad urbana. “Uber sigue comprometido con ofrecer soluciones de transporte seguro, accesible y confiable en Colombia”, afirmó.
La incursión de Uber en el servicio de delibery se enfocaba en asociaciones con grandes supermercados, permitiendo a los usuarios hacer listas de compras en línea para ser entregadas por personal shoppers. No obstante, la fuerte competencia de plataformas como Rappi, que domina el sector, ha sido un desafío considerable para Uber.
Esta no es la primera vez que Uber se retira del negocio de delivery en Colombia. La primera salida ocurrió en noviembre de 2020, en medio de la pandemia global, afectando principalmente a los servicios de comida a domicilio. La feroz competencia y la necesidad de reorientar recursos estratégicamente parecen haber influido en esta nueva decisión.
Con esta movida, Uber busca concentrarse en fortalecer su negocio principal de movilidad urbana. La compañía asegura que esto permitirá una mayor inversión y desarrollo en sus servicios centrales, beneficiando a los usuarios y conductores que confían en su plataforma diariamente.
Desde su llegada a Colombia en 2013, Uber ha transformado el panorama del transporte urbano, ofreciendo a millones de usuarios una alternativa conveniente y económica a los taxis tradicionales.
Sin embargo, su entrada no estuvo exenta de controversias legales y conflictos con gremios de taxistas, que alegaban competencia desleal y falta de regulación adecuada. En 2016, Uber fue declarado ilegal en Colombia por no cumplir normativas de transporte público.
A pesar de alcanzar un acuerdo en 2018 para operar bajo ciertas condiciones, la empresa continuó enfrentando desafíos legales, incluyendo una multa en 2019 por prácticas comerciales consideradas competencia desleal.