El exsenador Mario Castaño, quien se encontraba privado de su libertad por el delito de corrupción, falleció en los últimos minutos en la cárcel La Picota de Bogotá. En el momento la policía Judicial y el Inpec se encuentran adelantando el proceso forense y la investigación para determinar las causas del deceso.
Mario Alberto Castaño Pérez se hizo célebre por lograr articular una gigantesca red de corrupción que comprometía alcaldes y gobernadores, en su mayoría del Eje Cafetero, a quienes les gestionaba obras públicas ante el Gobierno Nacional a cambio de millonarias coimas.
Versiones iniciales aseguran que el exsenador del Partido Liberal, quien fue capturado junto a otras 37 personas por delitos relacionados con casos de corrupción, habría fallecido producto de un infarto.
La investigación demostró que el congresista, quien era oriundo del municipio de Pácora, Caldas, obtuvo beneficio de su profesión como contador público y experto en el manejo de las finanzas por parte del Estado para organizar un entramado para delinquir.
Con ese propósito lideró un Grupo de Delincuencia Organizada (GDO), como lo consideró la Fiscalía General de la Nación al conocer las pruebas en su contra, en el que se direccionaban contratos para obras públicas en los departamentos de Caldas, Risaralda, Cauca, Tolima, Valle del Cauca y Chocó, a cambio de recibir porcentajes por cada una de esas obras que lograba aprobar.
Mario Castaño ya había reconocido el 21 de septiembre de 2022, durante una audiencia privada ante la Corte Suprema de Justicia su responsabilidad por los delitos de: concierto para delinquir agravado, interés indebido en celebración de contratos, peculado por apropiación, estafa agravada y concusión. Por esta situación, el acusado pidió una sentencia anticipada.
El político liberal decidió someterse ante la justicia a una sentencia anticipada, luego de protagonizar un cara a cara ante quien fuera su mano derecha en la organización criminal, Nova Lorena Cañón, quien se encargaba de obtener los grandes contratos en diferentes entidades del sector público y en los ministerios y quien firmó también un preacuerdo con la Fiscalía.
Según las revelaciones hechas en exclusiva por la revista Semana, la banda criminal que operaba en torno al dirigente político, quien no pudo llegar a su tercer período en el Congreso de la República, funcionaba en virtud de los llamados cupos indicativos “viabilizó la financiación de proyectos al interior de entidades del orden nacional y se interesó de manera indebida, junto con su grupo delincuencial, en varios proyectos y contratos”.
Así nació el proceso
El caso que estructuró la Corte Suprema de Justicia en el mes de marzo de 2023, daba cuenta del presunto delito de enriquecimiento ilícito de servidor público, toda vez que la Sala Especial de Instrucción investigó el supuesto incremento injustificado de su patrimonio cuando fue representante a la Cámara en el periodo 2014-2018.
Fue justamente por sus condiciones delicadas de salud que la defensa del excongresista solicitó al alto Tribunal la sentencia anticipada. Según certificó el médico tratante, Castaño no podía cumplir su pena en un centro carcelario porque padecía de obesidad mórbida, hipertensión arterial severa, diabetes tipo II y trombos pulmonares, entre otras afecciones médicas.
Ya la Justicia había negado en un par de ocasiones su traslado bajo el beneficio de casa por cárcel, luego de que la defensa argumentara también que el exsenador Mario Castaño tenía afecciones adicionales como estrés por estar privado de la libertad, el hacinamiento, la edad y antecedentes genéticos que agravaban sus problemas de presión arterial.
Por el contrario, el alto tribunal cuestionó duramente el concepto médico presentado por la defensa de Mario Castaño y aseguró que no existía evidencia de que el excongresista necesitara un tratamiento intrahospitalario de urgencia a causa de la diabetes, como lo aseguraba su defensor.