Luego de que se conociera en las últimas horas que el gobierno del presidente Gustavo Petro radicó nuevamente la reforma laboral, que ya había sido rechazada por los parlamentarios en la primera legislatura, diferentes sectores políticos y de opinión en el país manifestaron su desconcierto por la decisión y su oposición al proyecto de reforma.
Uno de los primeros en manifestar su molestia fue el abogado especialista en Derecho Público Daniel Briceño, quien, a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), cuestionó que este documento se presenta una vez más sin los consensos requeridos.
“Sin concertación y casi a escondidas el gobierno de Gustavo Petro radicó nuevamente la nefasta reforma laboral en el Congreso de la República”, sostiene el trino del jurista.
Asimismo, indicó que los señores congresistas deben tener mucho cuidado con el articulado de este proyecto de reforma, al que llamó “pliego sindical”, pues aseguró que su aprobación “afectará el empleo de miles de ciudadanos”.
El argumento de Briceño se sustenta en dos cosas. La primera, en las palabras dirigidas en mayo pasado por el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, a la Cámara de Representantes, cuando se estaba terminando de estudiar y votar el proyecto en esas instancias para terminar pasando al Senado.
En la carta enviada por Villar Gómez a los representantes se pone de manifiesto una situación preocupante. “Dado que en este caso la reforma de ley produce un incremento de los costos laborales, asociados al componente salarial, las estimaciones previas sugieren una reducción de empleos formales, que podría oscilar entre los 152.000 y 746.000 puestos de trabajo, con 454.000 como promedio, en el escenario de impacto medio en costos laborales”.
La segunda razón de Briceño está fundamentada en que el articulado del nuevo proyecto de reforma, si bien presenta algunos cambios, tiene la misma estructura de base que había sido propuesta en el primer documento.
De hecho, son dos las novedades. Una de ellas es que no se hace alusión a los trabajadores de plataformas digitales, contrario a lo que ocurría en el proyecto de ley anterior. De igual manera, se incluyeron algunas claridades acerca de la manera en que los empleadores deben cotizar a la seguridad social por los empleados cuando se tienen varios contratos laborales.
Pese a las críticas, ahora serán los congresistas quienes se encargarán, en las próximas semanas, de definir el futuro del proyecto de reforma y evitar en la medida del tiempo y los debates que se vuelva a hundir por falta de quórum, como ocurrió el pasado 20 de junio.
Fue la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, la encargada de radicar el proyecto de ley ante la Cámara de Representantes.
“En mi calidad de ministra del Trabajo, me permito radicar el presente proyecto de ley, ‘Por medio del cual se adopta una reforma laboral para el trabajo digno y decente en Colombia’”, reza la carta de radicación dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, y al secretario general, Jaime Lacouture.
Cabe resaltar que la reforma laboral es una de las principales apuestas del Gobierno de Gustavo Petro, la cual, como los demás proyectos de este tipo, ha generado gran polémica y oposición en el país.
“Para que la sociedad del trabajo funcione como un eje central de la vida ciudadana de manera efectiva, es fundamental garantizar un entorno laboral justo y equitativo. Esto implica el respeto a los derechos laborales, la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la protección de los trabajadores frente a cualquier forma de explotación o abuso. Además, es necesario promover condiciones laborales saludables y seguras, así como asegurar la vocación de permanencia en el empleo y una remuneración justa y adecuada”, se lee en el texto que antecede al articulado en el documento.