La viceministra de la Mujer, Tamara Matea Ospina, podría estar envuelta en un escándalo político por cuenta de unas declaraciones en contra suya, según las cuales habría atacado físicamente a una contratista de la COP16, en medio de un altercado por malos manejos en los transportes de población del Cauca durante el evento de medio ambiente que se realizará en Cali.
Según reveló la Revista Semana, la contratista, de nombre Jenny Liliana Pulido Velásquez, habría contado los hechos en una reunión virtual, aunque no se especifica cuándo se realizó ni quiénes estuvieron presentes.
La causa del problema, según la información que le entregó a SEMANA, alguien que se enteró, pero no la directamente afectada, está relacionada con los costos de traslado para unas personas de la comunidad de Suárez (Cauca), en lo que algunas de ellas estarían exigiendo más de lo normal.
Según la fuente no identificada citada por Semana, “a esas personas se les debía reconocer el tema de gastos de transporte. Aunque algunas cobraron 35.000 o 40.000 pesos, otras mujeres cobraron hasta 700.000 pesos, lo que prendió las alarmas en Jenny Liliana, quien además no contaba con los recursos para hacer esos pagos”. Por comunicar sus sospechas, según deja deducir la información disponible, la viceministra habría golpeado con un celular en la boca a la contratista.
Según contó la fuente de Semana, Jenny Liliana habría dicho en la reunión virtual que las personas que cobraban más dinero serían mujeres familiares de la vicepresidenta Francia Márquez. Incluso, la mujer habría afirmado que la vicepresidenta la llamó para intimidarla y le dijo que, gracias a esas mujeres, ella llegó a su cargo actual.
Harrison Castañeda, un contratista de la COP16 y compañero de Jenny Liliana, quien según confirmó Semana estuvo en la reunión, dijo a este medio que: “Me parece supremamente grave. Jenny hubiera podido devolver (...) un manotazo, alguien le bota algo en la cara, y es en defensa. No lo hizo. Creo que el Ministerio y la COP deben sacar un pronunciamiento. Ustedes no están pensando lo que puede pasar en la prensa si esto llega a escalar a ese punto, lo que pasó no es cualquier cosa. Hay unos canales para tramitarlo. Ante todo la dignidad de la compañera, eso no lo podemos negociar de ninguna manera”.
De acuerdo con Semana, compañeras de la contratista decidieron comunicarse con este medio para denunciar la situación.