A la 1:55 de la tarde del lunes 8 de mayo, un aparente caso de hurto dejó dos muertos en el Barrio Santa Ana, en Bello Antioquia.
Según los testigos, un habitante de calle que pretendía hurtar a un taxista en la vía principal del barrio fue sorprendido por la comunidad que intervino para evitar el robo. Ante esta situación, el supuesto delincuente tomó como rehén a una mujer que transitaba por la zona paseando a su mascota.
El habitante de calle habría usado a esta mujer como “escudo” para que la comunidad del barrio Santa Ana no lo agrediera, sin embargo, como los vecinos del sector continuaban acercándose atacó con arma blanca a la mujer, ante la mirada de una docena de personas que presenciaban el hecho.
La víctima fue identificada como Luz Marina Navarro, de 52 años, quien falleció cuando era trasladada de urgencia a la Clínica del Norte por la gravedad de las lesiones.
Posteriormente, una persona de la comunidad reaccionó propinándole disparos al agresor, quién quedó gravemente herido. Otros habitantes del sector le propinan patadas y golpes en todo el cuerpo.
Según información de la Alcaldía de Bello, el sujeto fue trasladado al Hospital Marco Fidel Suárez y puesto en custodia policial mientras que las autoridades avanzaban en la recolección de pruebas materiales del hecho para presentarlas ente la Fiscalía.
Aproximadamente a las 4:00 de la tarde, se conoció que esta persona, que no ha sido identificada, falleció en el centro asistencial.
Por su parte el coronel José Fonseca, comandante operativo de la Policía Metropolitana, afirmó “En la jurisdicción de la estación de Policía de Bello, un habitante en condición de calle pretende cometerle hurto a un taxista, en ese momento se presenta una persecución de este sujeto, que coge a una mujer, la cual la lesiona causándole la muerte”.
Además, Fonseca sostiene que se avanza en las investigaciones para aclarar el lamentable suceso, incluyendo la identidad del ciudadano que disparó contra el presunto ladrón y quienes le propinaron la golpiza.
Justicia por mano propia
La justicia por mano propia suele evidenciarse cuando personas linchan o agreden a otra señalada de cometer un presunto delito, saltándose la labor de las autoridades, sigue siendo un problema recurrente en todo Colombia.
La defensa de quienes comenten estos actos es que, cansados de la inseguridad que se presenta en las ciudades y la “inacción” de las autoridades pertinentes en muchos de estos casos, prefieren dar una lección a los presuntos criminales, para que no se atrevan a volver a cometer un delito.
Pero como Estado Social de Derecho, cuando en Colombia se captura a una persona debe ser llevada ante la justicia porque todo ciudadano tiene unos derechos y nadie puede abusar ni atropellar ni condenar a alguien sin que vaya ante un tribunal como debe ser en un país democrático.
Aunque el 25 de enero de 2022, el gobierno del expresidente Iván Duque sancionó la ley 2197, sobre seguridad ciudadana, en la que se estableció la ausencia de responsabilidad penal en casos donde se actúe en virtud de legítima defensa, esta se define como el ejercicio desde el cual una persona se defiende ante una agresión inminente e injustificada, pero de una forma proporcional o igual a la amenaza.
La justicia por mano propia es una problemática social que pretende solucionar un delito cometiendo otro. En caso de ser víctima o testigo de un presunto delito, el paso a seguir es contactarse con la Policía Nacional y con las demás autoridades competentes, ya que, linchar o agredir de alguna manera a otra persona es un delito, y en estos casos, los agresores pueden ser judicializados.