Colombia se encuentra de luto y lamenta la muerte del gran artista paisa Fernando Botero, uno de los principales representantes de la creatividad y la habilidad artística del país. Botero partió de este mundo a la edad de 91 años.
Por el momento se sabe que Botero falleció en su hogar en el principado de Mónaco el viernes 15 de septiembre.
Extraoficialmente, se sabe que Botero venía sufriendo problemas de salud desde hace un tiempo, tanto así que estuvo hospitalizado un par de días recientemente. Los padecimientos se tratarían de una neumonía.
Botero deja un legado valioso y su arte se caracteriza por las figuras humanas y los objetos de proporciones exageradas que distinguen su obra, sus famosos gordos. Estas obras enamoraron no solo a los colombianos, sino a miles de personas alrededor del mundo en donde se exhibieron.
La trayectoria artística del pintor, escultor y dibujante fue un éxito a lo largo de muchos años. Tanto así que dejó cientos de obras vendidas a nivel mundial por más de un millón de dólares.
Un gran legado
Botero fue reconocido tanto en Colombia como en el mundo entero, tan solo en el año 2003. La publicación Art Review lo clasificó como el quinto artista vivo más valorado del mundo, debido a sus exhibiciones en los principales museos y a sus ventas que superan los 60 millones de dólares, siendo así el primer colombiano en alcanzar la categoría de artista universal.
Su talento fue indiscutible, pues desde niño siempre encontró el arte como una salida de sus problemas, enmarcados en infancia con escasez y dificultades económicas. Al principio tenía la intención de trabajar como torero, pero una experiencia traumática lo llevó a dejar esa carrera y dedicarse a la pintura.
En la adolescencia, Botero encontró su vocación cuando vendía sus dibujos en las afueras de la Plaza de la Macarena. Desde allí su carrera artística comenzó con su primer cuadro que vendió por dos pesos. Durante ese tiempo, Botero trabajó para un periódico haciendo ilustraciones para poder pagar sus estudios, pero fue expulsado por pintar desnudos y escribir sobre marxismo.
El reconocimiento mundial
Su estilo se terminó de marcar en México durante el año 1956, cuando dibujó una mandolina, pero decidió representarla con un hueco exageradamente pequeño. Fue allí cuando sus obras comenzaron a caracterizarse por su volumen.
En 1958, enfrentando el desafío de un mercado artístico dominado por el arte abstracto, Botero decidió aventurarse en Estados Unidos. En Norteamerica vendió sus cuadros por 200 dólares en el Greenwich Village para sobrevivir. En 1970, el director del Museo Alemán, Dietrich Malov, le dio la oportunidad de exponer en los Estados Unidos, lo que marcó el comienzo de su reconocimiento internacional.
Vida familiar
Pese a su gran relevancia en el mundo del arte, la tragedia también tuvo un impacto en la vida de Botero. En 1974, perdió a su hijo Pedrito en un accidente automovilístico, lo que lo llevó a buscar consuelo en su arte para superar el dolor. La tragedia afectó para mal a su matrimonio con Cecilia Zambrano, el cual terminó.
El Proceso 8000, en el que su hijo Fernando Botero Zea estuvo involucrado, fue otro momento complicado. El pintor tuvo que lidiar con la dificultad de ver a su hijo en la cárcel, pero finalmente lograron reconciliarse.
Tenía un gran corazón
Botero fue un filántropo generoso que donó colecciones de arte a Bogotá y Medellín, en las cuales estaban obras mundialmente conocidas de artistas como Picasso, Matisse, Renoir y Dalí.