El cielo encapotado y la lluvia intermitente, como es común por esta fecha en Bogotá, no fue obstáculo para que miles de personas se apostaran sobre la Carrera 68 de la ciudad para observar a los 7.500 hombres y mujeres de las Fuerzas Militares y 3.300 de la Policía que desfilaron en conmemoración de los 209 años del Grito de Independencia. El mando del desfile le correspondió este año al general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante de la Quinta División quien dio la orden para que se iniciará la parada militar sobre las 9:00 a.m., minutos después de que se impusieran condecoraciones y medallas a oficiales de la cúpula por parte del presidente Iván Duque y el ministro de Defensa, Lorenzo Guillermo Botero.
El primer bloque que desfiló fue el de los militares y policías que sufrieron amputaciones o heridas por cuenta de artefactos explosivos improvisados. Uno de ellos fue el patrullero José Fernando Carvajal, un bumangués que estaba adscrito a la Dirección Antinarcóticos y que al pisar una mina en Tarazá, Antioquia, perdió sus dos piernas.
Vea aquí: Las lágrimas de patrullero víctima de minas antipersonales en el desfile militar de Bogotá De este primer grupo también hicieron parte Iker y Sanya, dos perros que fueron blanco de minas antipersonales y que desfilaron junto con sus compañeros a quienes les salvaron la vida cuando se encontraban de patrullaje. Luego pasaron los veteranos de la Guerra de Corea y los integrantes de la Reserva Activa que siempre son de los más aplaudidos por los asistentes a las tribunas de las personalidades como del púbico en general.
Detrás de ellos, y como homenaje a los dos siglos de existencia del Ejército, uno de los bloques vistió con los uniformes que la institución ha usado a lo largo de este tiempo: desde las tropas que acompañaron a Bolívar en la gesta libertadora hasta el pixelado que usan en la actualidad, pasando por los camuflados y el que lucieron en la Guerra de los Mil Días. Mientras esto sucedía en tierra, por los aires una revista de la Fuerza Aérea y Aviación del Ejército se robó la atención con el paso de helicópteros y aviones de combate que cruzaron en formación perfecta. Los Kfir, por ejemplo, del Escuadrón de combate No. 3, volaron en lo que se conoce como delta, es decir, haciendo una figura triangular.
Las Fuerzas Especiales continuaban con su trote en tierra lanzando sus gritos de entrenamiento: “quier, quier, quier, dos, tres, cua…soy soldado… de Colombia”. En la demostración también lucieron algunos de los trajes con los que se internan en las selvas y montañas del país. La Armada, por su parte, mostró las lanchas patrulleras y los botes con los que custodian los ríos y mares colombianos.
La Policía cerró la gran parada de los 209 años del grito de Independencia con el paso de Catalino, el caballo insignia de la institución que se salvó tras caer en un campo minado hace 10 años en Nunchía, Casanare, mientras era parte de la caravana que conmemoraba el paso de la ruta libertadora. El jinete de Catalino era el intendente Jimmy Téllez quien falleció tras la explosión. El artefacto le provocó heridas con esquirlas al equino que tras su recuperación inició su periodo de adiestramiento y en la actualidad hace parte del grupo de equitación de la Policía. El homenaje que se le rindió a este ejemplar obedece a que después de este desfile pasará a gozar de su jubilación.