Luego de que Vera Grabe fuera designada como nueva jefa negociadora del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se conoció que la exguerrillera del M-19 se ganó durante este 2023, cerca de 250 millones de pesos en contratos con el Gobierno, lo que quiere decir que no ha estado lejos de la actual administración nacional y su amigo, Gustavo Petro.
Así lo expuso el senador, Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, quien señaló que el mandatario colombiano “no dejó ningún amigo sin contrato”.
“Vera Grabe, nueva jefa de la delegación del gobierno en la mesa de diálogo con el ELN, tiene 250 millones de pesos en contratos al año. Gustavo Petro no dejó ningún amigo sin contrato. Estaré atento a su gestión”, precisó el congresista en su cuenta de X.
Según la publicación del congresista, el primer contrato fue suscrito la Subdirección de Evaluación del Riesgo de la Unidad Nacional de Protección, UNP, por un valor 140 millones de pesos, allí su labor obedecía a apoyar los procesos misionales.
Posteriormente, trabajó para la Superintendencia de Vigilancia, donde recibió 30 millones de pesos por 74 días de trabajo por “prestar servicios profesionales para fortalecer la ejecución de las actividades propias”. En mayo lo contrataron nuevamente por el mismo valor.
Por si fuera poco, la misma entidad pidió otra asesoría similar por 144 días por la suma de 50 millones de pesos. Esto de acuerdo a lo publicado por Turbay, quien aseguró que le pondrá la lupa, a la conocida del presidente Petro.
Sobre Vera
Según la presidencia, Vera Grabe es hija de inmigrantes alemanes. Antropóloga de la Universidad de los Andes. Profesional en estudios políticos y resolución de conflictos de la Universidad del Valle. Cuenta con una maestría en historia de la Universidad de los Andes y es doctora en Paz, Conflicto y Democracia de la Universidad de Granada, España.
Hizo parte del movimiento guerrillero M-19 desde su fundación en 1974 hasta la dejación de armas en 1990; además fue senadora de la República en el periodo 1991-1994, y agregada de Derechos Humanos en la Embajada de Colombia en España (1994-1997).
Grabe, además, fue Socia fundadora del Observatorio para la Paz (1996), orientado a la pedagogía y la investigación para la paz, y allí dedicada hace más de veinte años al trabajo por la paz desde la pedagogía y la transformación cultural, bajo el nombre de “Paciculturas”.
Miembro de la Comisión Asesora Gubernamental durante el proceso de paz entre Gobierno Nacional y FARC (2015). Docente universitaria y editora de textos pedagógicos, reflexiones sobre procesos de paz; autora de dos libros: “Razones de vida o El silencio de mi cello” (2000, 2010) y la “Paz como revolución. M-19″ (2017).