El volcán Puracé, ubicado en la cadena volcánica de los Coconucos, continúa en alerta naranja. Según el último boletín del Servicio Geológico Colombiano, la actividad sísmica de fractura y de movimiento de fluidos del volcán registra un comportamiento similar al de los últimos días.
“Los sismos asociados al fracturamiento de roca se han localizado, principalmente, bajo el cráter del volcán Puracé y en su flanco oriental, a profundidades que oscilaron entre 0.8 y 4 km”, explicó la entidad.
El boletín publicado este 4 de mayo señala que el evento más significativo fue un sismo de magnitud 1.6 registrado a las 10:50 a. m. Mientras que la sismicidad relacionada con movimiento de fluidos se concentró en el sector del cráter y en su flanco norte, a profundidades menores a 0.8 km.
La entidad destacó que la altura máxima de la columna de gases observada en las últimas 24 horas fue de 1400 m, aproximadamente, medidos desde la cima del volcán, con una dirección de dispersión hacia el occidente.
¿Qué significa la alerta naranja?
El SGC recalcó que, aunque es posible que los niveles de actividad sísmica y los niveles de desgasificación disminuyan o sean oscilatorios, esto no significa que el volcán se encuentre en sus niveles normales de actividad, por lo que el volcán permanece en alerta naranja.
“Para retornar a un estado de alerta menor (amarilla) se requiere de un tiempo prudencial en el que se evalúan todos los parámetros monitoreados y se determinan tendencias que puedan indicar una mayor estabilidad”, detalló el Servicio Geológico.
No obstante, si en ese tiempo de evaluación se producen condiciones que adviertan que se aproxima una erupción o llega a presentarse la erupción, el nivel de estado cambiará a alerta roja.
Finalmente, la entidad adscrita al Ministerio de Minas y Energía recomendó a la comunidad conservar la calma y seguir todas las instrucciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, así como de las autoridades locales.
John Makario Londoño, director del área técnica de Geoamenazas del SGC, advirtió que, aunque “es imposible predecir una erupción”, el nivel de actividad actual de Puracé implica que “el país debe estar preparado y tomar las acciones preventivas necesarias”.
”Es fundamental no acercarse a la zona del cráter, ya que las personas corren un gran riesgo de ser afectadas por gases o emisiones de cenizas que pueden ocurrir repentinamente, explicó Londoño, quien remarcó el deber de “evitar un desastre”.
Desde 2021, el volcán Puracé presenta cambios paulatinos en su actividad. Uno de los más notables fue el aumento de sismos en marzo de 2022, el mes con mayores sismos diarios desde finales de los años ochenta, cuando el Servicio comenzó a monitorearlo.
Las variaciones se registraron antes de que ocurriera, en marzo de 2022, una “pequeña erupción freática” en el cráter del volcán Curiquinga, uno de los quince volcanes que, junto al Puracé, conforman la Cadena Volcánica Los Coconucos.
El mapa de amenaza volcánica del Puracé, elaborado por el SGC en 2014, señala que en el área de influencia de esa estructura geológica habitan, principalmente, comunidades indígenas y campesinas que podrían estar en riesgo.
Los municipios con el mayor riesgo de amenaza en caso de una erupción considerable son Puracé, Popayán y Soratá. En la misma condición se encuentran el Resguardo Indígena de Puracé, Kokonuko y Paletará, el reasentamiento indígena de Juan Tama (del Pueblo Nasa) y el asentamiento del pueblo Misak, territorios del pueblo Kokonuko.
*Con información de Colprensa.