Las duchas son un elemento importante para la salud y la higiene de los seres humanos. En países como Colombia es habitual que, por cultura o tradición, las personas se bañen diariamente y hasta más de dos veces por día.

Y aunque esta pareciera que es una actividad sencilla de realizar, inculcada y aprendida desde pequeños, lo cierto es que así sea un hábito que se hace a diario, en él se cometen varios errores que podrían poner en riesgo su salud. Tenga en cuenta estos errores para hacer que la ducha, además de placentera, sea beneficiosa:

1. Los expertos afirman que ducharse una vez al día es una cifra más que suficiente para mantener una adecuada higiene corporal. Hacerlo de más, según un estudio de la Universidad de Harvard, se ha vuelto parte del marketing para vender todos los productos de limpieza y cuidado del cuerpo. Además, según el estudio, hacerlo con más frecuencia puede ser contraproducente y puede pasar factura a nuestra piel, ya que se eliminan ácidos grasos esenciales que protegen la hidratación de la dermis. Al mismo tiempo, se puede llegar a eliminar todas las bacterias buenas que nos defienden frente a los gérmenes.

Ducharse es un acto de higiene como cepillarnos los dientes después de comer o lavarnos las manos al terminar de cocinar. | Foto: (c) Copyright 2023, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

2. No usar el jabón adecuado: Cada piel es distinta y de acuerdo a ella se debe escoger el jabón para de esta manera ofrecerle a la piel los nutrientes necesarios. Dependiendo si la piel es seca, sensible, extraseca o grasosa; para todas ellas hay una clase de productos que se ajusta a las necesidades. De no hacerlo, se puede estropear la barrera de protección cutánea. Como recomendación, usar diferentes tipos de aceites, como el de coco, oliva, ricino, rosa mosqueta o almendras, o mantecas de karité o cacao.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, se confirmó que ducharse a diario puede traer efectos adversos para la piel como: sequedad, irritación, picores e infecciones. Foto: Annette Riedl/dpa (Foto de Annette Riedl/Picture Alliance vía Getty Images) | Foto: (c) Copyright 2022, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

3. Bañarse con agua caliente. Este es un error muy común, especialmente en las zonas donde el clima es frío; pues ducharse con agua a altas temperaturas puede irritar y resecar la piel. Lo ideal es hacerlo con agua fría y una de las principales razones es porque ayuda a despertarse, debido a que provoca una especie de shock en el ser humano.

El anterior efecto se da, según los especialistas, porque se produce una dilatación de los vasos sanguíneos para mantener la temperatura del cuerpo, pero luego hay una vasoconstricción que hace que se aumente la frecuencia cardiaca y, por ende, el estado de alerta.

La temperatura del agua para tomar una ducha puede depender de los gustos de las personas, indicaciones médicas y otros factores. | Foto: Rebecca Van Ommen

4. No usar crema hidratante al salir de la ducha. Este paso, especialmente, lo olvidan o no lo cumplen los hombres, pero es esencial para equilibrar el pH de la piel, aportar hidratación y recomponer los lípidos que hayamos podido perder.

5. Es mejor lavarse con las manos que con esponjas o estropajos. Muchas personas utilizan estos objetos para restregarse, pensando que de esta forma eliminan mejor la mugre y las bacterias. Sin embargo, lo cierto es que en estas esponjas habitan precisamente gran cantidad de bacterias y moho, debido a la humedad. Si ya está acostumbrado a usarlas, la recomendación es a cambiarlas con regularidad o, si lo permite, hervirlas en agua cada 7-10 días