El lenguaje puede ser una herramienta poderosa para influir en nuestro estado emocional y, según los expertos, elegir las palabras adecuadas puede ayudarnos a combatir la negatividad, la frustración y la tristeza.

La felicidad ha sido objeto de estudio tanto en la filosofía como en la psicología, y una pregunta recurrente es: ¿Soy feliz? Aunque es un concepto difícil de definir y varía de persona a persona, muchas de ellas se embarcan en la búsqueda de la felicidad.

A menudo nos sentimos abrumados por la cantidad de tareas y obligaciones diarias, lo que puede provocar ansiedad. Pasricha propone sustituir los “tengo que” por “puedo”, lo que nos permite ser menos exigentes con nosotros mismos y aliviar la carga mental. Getty Images. | Foto: Getty Images

Un error común es asociarla exclusivamente con grandes eventos o celebraciones, cuando en realidad, como sugieren algunos estilos de vida, se puede encontrar en los pequeños placeres de la vida cotidiana.

Las filosofías Hygge o Koselig son un buen ejemplo de esto, al igual que las enseñanzas de filósofos griegos como Epicuro, quien defendía que la tranquilidad y la paz se encuentran en una vida sencilla.

La importancia del lenguaje

Neil Pasricha, autor de “La ecuación de la felicidad” y director del Instituto Global de la Felicidad, propone en un artículo para un medio internacional una serie de frases y palabras que pueden ayudar a las personas a ser más felices. Estas son algunas de las palabras.

“Puedo”

A menudo nos sentimos abrumados por la cantidad de tareas y obligaciones diarias, lo que puede provocar ansiedad. Pasricha propone sustituir los “tengo que” por “puedo”, lo que nos permite ser menos exigentes con nosotros mismos y aliviar la carga mental.

En lugar de castigarnos por no haber logrado algo, decir “todavía” nos recuerda que el éxito es posible en el futuro. | Foto: Flashpop

“Me concentraré en”

Para combatir la sobrecarga de estímulos y tareas, Pasricha recomienda tomarse un minuto para escribir una cosa en la que uno se va a concentrar, ya sea al inicio o al final del día. Esto ayuda a mantener el enfoque y la claridad en las cosas que realmente importan.

“¿Cuál es tu rosa?”

Esta frase es un juego de palabras diseñado para fomentar la gratitud. Al preguntarnos “cuál es tu rosa”, nos enfocamos en los pequeños logros diarios, lo que nos ayuda a ser más benévolos con nosotros mismos y a reflexionar sobre nuestras buenas acciones.

En este juego también se incluye identificar nuestra “espina” (algo que nos haya dolido) y nuestro “capullo” (algo que nos ilusiona).

“Cuéntame más”

Mostrar interés por los demás es una excelente manera de estrechar lazos. Al decir “cuéntame más”, hacemos que la otra persona se sienta escuchada y valorada, mientras desarrollamos nuestra empatía por nuestros seres queridos y amigos. También nos permite aprender de los demás, entender por lo que están pasando y crecer juntos en el desarrollo personal y profesional.

“Todavía”

Este adverbio introduce una nota de esperanza y flexibilidad. En lugar de castigarnos por no haber logrado algo, decir “todavía” nos recuerda que el éxito es posible en el futuro. Es especialmente útil para enseñar a los niños que los fracasos no son definitivos.

Al enfocarse en lo positivo, ser más empático, y mantener una perspectiva a largo plazo, puede crear un entorno mental más feliz y saludable. | Foto: Getty Images

“¿Esto importará en un año?”

Es fácil preocuparse por problemas que, con el tiempo, pueden resultar insignificantes. Antes de darle demasiada importancia a algo, debe usted preguntarse: “¿Esto importará en un año?” Esta perspectiva puede ayudar a reducir el estrés y a mantener la calma.

Adoptar estas frases y palabras en la vida diaria puede marcar una gran diferencia en el bienestar emocional y su salud mental. Al enfocarse en lo positivo, ser más empático, y mantener una perspectiva a largo plazo, puede crear un entorno mental más feliz y saludable.