Cuando se trata de cocinar, el manejo adecuado de los utensilios es esencial. Uno de los errores comunes que se debe evitar es echar agua fría en una sartén caliente. Este acto puede tener consecuencias negativas, y entender el concepto detrás de ello, conocido como choque térmico, es clave para preservar la durabilidad de nuestras sartenes.

Una pequeña cantidad de agua fría en el fondo del fregadero puede hacer que una sartén se deforme, se rompa o se astille. | Foto: Getty Images

¿Qué es el choque térmico?

El choque térmico ocurre cuando se expone un objeto caliente a temperaturas extremadamente frías o viceversa. En el contexto de la cocina, verter agua fría en una sartén caliente puede causar que la temperatura de la sartén disminuya bruscamente. Este cambio abrupto puede afectar la integridad estructural del metal y, en particular, de las capas antiadherentes presentes en muchas sartenes.

Consecuencias del choque térmico:

  • Deformación de la sartén: El rápido cambio de temperatura puede causar que el metal de la sartén se contraiga o expanda de manera desigual, resultando en deformaciones.
  • Desprendimiento de capas antiadherentes: El choque térmico puede afectar la adhesión de las capas antiadherentes a la sartén, provocando su desprendimiento y disminuyendo su eficacia.
  • Reducción de la durabilidad: Repetir este tipo de choques térmicos puede acortar significativamente la vida útil de la sartén y afectar su rendimiento en la cocina.
Es posible que, debido al choque térmico, las sartenes se agrieten y se desprenda el revestimiento antiadherente, dejando restos del material en la comida, o incluso que el esmalte se acabe descascarillando. | Foto: Getty Images

Cómo enfriar un sartén caliente de forma correcta:

  • Dejar reposar el sartén: Después de cocinar, permite que la sartén repose en la estufa o en una superficie segura durante unos minutos. Esto permite que la temperatura disminuya gradualmente.
  • Enfriamiento natural: Deja que la sartén se enfríe naturalmente antes de sumergirla en agua o lavarla. Un enfriamiento más lento reduce el riesgo de deformaciones y daños en las capas antiadherentes.
  • Utilizar agua a temperatura ambiente: Si necesita limpiar la sartén, utiliza agua a temperatura ambiente en lugar de agua fría. Esto ayuda a evitar el choque térmico brusco.
  • Evitar superficies frías: No coloque una sartén caliente directamente sobre una superficie fría, como una encimera de mármol o un fregadero lleno de agua fría.

Cómo limpiar sartenes antiadherentes:

  • Utilizar utensilios de silicona o madera: Evita utensilios metálicos que puedan dañar el revestimiento antiadherente. Opta por utensilios de silicona o madera para evitar rayones.
  • Lavado a mano: Aunque muchas sartenes antiadherentes son aptas para lavavajillas, el lavado a mano con agua tibia y jabón suave es preferible para prolongar la durabilidad del revestimiento.
La regla de oro para limpiar sartenes antiadherentes es nunca utilizar herramientas abrasivas como estropajos de acero, estropajos o cepillos rígidos. | Foto: Getty Images
  • Evitar aerosoles de cocina: Evita el uso de aerosoles de cocina antiadherentes, ya que pueden acumular residuos que son difíciles de eliminar.
  • No sobrecalentar: Evita calentar la sartén a temperaturas extremadamente altas, ya que esto puede afectar la integridad del revestimiento antiadherente.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.