En la búsqueda de un hogar que transmita tranquilidad y armonía, la disposición adecuada de los muebles juega un papel fundamental. Aunque puede parecer un aspecto menor, la forma en que se organizan los muebles puede transformar significativamente la apariencia de un espacio y contribuir a un ambiente ordenado.
Primero, es esencial considerar la funcionalidad del espacio. Los muebles deben colocarse de manera que faciliten la circulación y no obstaculicen el movimiento natural dentro de la habitación. En salas de estar, por ejemplo, los sofás y las sillas deben estar dispuestos de tal manera que se fomente la conversación y se aproveche al máximo el espacio disponible.
Mantener un camino despejado entre los muebles facilita un tránsito fluido y evita la sensación de congestión. Además, es aconsejable seguir el principio de “zona de enfoque”. Esto implica que cada área de la casa debe tener un propósito definido.
En el comedor, por ejemplo, la mesa debe estar centrada y rodeada por sillas que permitan un acceso cómodo para todos los comensales. De manera similar, en las habitaciones, la cama debe situarse en una posición que permita el acceso fácil a todos los lados, mientras que los muebles auxiliares, como mesas de noche y lámparas, deben estar colocados de forma funcional y estéticamente agradable.
El uso de líneas rectas y ángulos puede ayudar a crear una sensación de orden. Agrupar los muebles en bloques definidos en lugar de dispersarlos por toda la habitación contribuye a una apariencia más cohesionada. Las estanterías y los armarios deben estar alineados con las paredes para maximizar el espacio y evitar el desorden visual.
Finalmente, la importancia de mantener el equilibrio visual no puede subestimarse. Utilizar alfombras para delimitar áreas específicas y colocar los muebles de manera que equilibren el peso visual en la habitación ayuda a mantener una estética ordenada y armoniosa.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.