Las alfombras pueden darle un toque cálido y acogedor a cualquier hogar, pero también son imanes para el polvo, las manchas y los malos olores. Afortunadamente, no siempre es necesario recurrir a costosos productos químicos para mantenerlas limpias. El bicarbonato de sodio, un ingrediente económico y fácil de encontrar, puede ser una solución efectiva para limpiar y desodorizarlas de manera natural.
Este ingrediente es conocido por su capacidad para neutralizar los olores, lo que lo convierte en un aliado perfecto para combatir los malos olores que suelen impregnarse en las alfombras. Ya sea por mascotas, comida o simplemente el tráfico diario de personas, estos objetos pueden absorber diversos aromas desagradables.
- Aspire la alfombra para eliminar el polvo y la suciedad superficial.
- Espolvoree una capa generosa de bicarbonato de sodio sobre toda la superficie de la alfombra.
- Deje que este polvo repose durante al menos 15 a 30 minutos, aunque si es posible, déjelo actuar durante varias horas o incluso toda la noche. Esto permitirá que absorba los olores con mayor eficacia.
- Aspire nuevamente para retirar el bicarbonato.
Este método no solo dejará su alfombra libre de malos olores, sino que también ayudará a refrescar el ambiente de la habitación.
Elimina manchas difíciles
El bicarbonato de sodio también puede ser un gran aliado para eliminar manchas difíciles en las alfombras, especialmente cuando se combina con otros productos caseros, como el vinagre blanco. Ya sea que se trate de manchas de comida, bebidas o suciedad, esta sustancia tiene propiedades abrasivas y desodorizantes que lo hacen eficaz en la limpieza profunda.
Para limpiar manchas específicas use un paño limpio para absorber la mayor cantidad posible del líquido derramado. Acto seguido, mezcle una parte de bicarbonato de sodio con una parte de agua para formar una pasta y aplique esta directamente sobre la suciedad, deje que actúe durante 15 minutos.
Posteriormente, frote suavemente la mancha con un cepillo de cerdas suaves y enjuague con un poco de agua limpia y seque el área con un paño absorbente.
Si la mancha es particularmente resistente, puede rociar vinagre blanco sobre la mezcla. La reacción química entre el bicarbonato y el vinagre creará una efervescencia que ayudará a levantar la mancha. Asegúrese de probar primero esta técnica en un área pequeña y discreta de la alfombra para evitar posibles daños.
Limpieza en seco de alfombras grandes
Por otra parte, limpiar una alfombra grande o de pared a pared puede ser una tarea intimidante. En lugar de utilizar agua y correr el riesgo de que la alfombra tarde días en secarse, este polvo ofrece una solución de limpieza en seco que es fácil y efectiva.
Para una limpieza profunda, realice los siguientes pasos:
- Aspire bien la alfombra para eliminar la suciedad suelta.
- Espolvoree bicarbonato de sodio en toda la alfombra, asegurándose de cubrir bien las áreas de mayor tráfico y las zonas más sucias.
- Use un cepillo de cerdas suaves para frotar el bicarbonato en las fibras de la alfombra, lo que ayudará a aflojar la suciedad incrustada.
- Deje reposar esta sustancia durante al menos 30 minutos o, si es posible, toda la noche.
- Aspire nuevamente para retirar el bicarbonato y la suciedad.
Este método no solo limpiará la alfombra, sino que también la dejará más suave y libre de olores. Además, es seguro para hogares con niños o mascotas, ya que este es un producto no tóxico.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.