Lo ideal es entrenar el músculo social, y para ello la Universidad de Harvard propone cinco prácticas diarias para lograrlo.
La epidemia de la soledad ha despertado las alarmas, incluso al nivel de la Atención Primaria. Por ello hay países que ya han empezado a prescribir a sus pacientes la importancia de una conexión social. Un ejemplo de ello es Estados Unidos.
Para la editorial The Art and Science of Connection (2024), de la científica social formada en la Universidad de Harvad, Kasley Kiliam, la salud social es una parte vital de la salud, aunque a menudo se pasa por alto.
La felicidad va unida a la longevidad
Las investigaciones cuenta que este tipo de conexión puede incluso reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas y Alzheimer.
Para el escritor científico, David Robson, lo que se debe hacer es superar las falsas creencias sociales que nos apartan de los demás.
Hoy los profesionales ofrecen incluso recetas sociales para sanar algunas dolencias. Por eso recomiendan participar en un voluntariado, tomar clases de fotografía, clases de canto, pintura o danza, como terapia para sanar.
Prácticas para entrenar el músculo social
Amigos verdaderos
Lo ideal es poder contar con dos o más amigos cerca, pero de esos que realmente están en las buenas y en las malas. Hay estudios que han demostrado que la amistad influye sobre la felicidad y la longevidad.
Hablar por teléfono con algún amigo
Lo ideal es conversar, aunque sea por 10 minutos con un amigo, contarle sus cosas, escucharlo y reír. Una investigación en Estados Unidos, demostró que hablar por teléfono, cinco veces a la semana, logró reducir los niveles de soledad, depresión y ansiedad de las personas.
Realice un acto de bondad
Ayudar a un vecino, a una persona que este a su lado mientras viaja en un bus, o a una persona de la tercera edad que circula por la calle tratando de vender diferentes productos, puede hacer la diferencia. Tenga en cuenta que la bondad le ayudará a construir un mundo más amable.
No pierda la comunicación
“Las personas más felices llaman, envían mensajes de texto, chatean por video, escriben cartas, invitan a sus seres queridos o salen a caminar o comer con otras personas al menos dos veces a la semana”, así lo menciona un artículo publicado en Psycology Today.
Participe en una actividad local
La conexión con la comunidad también es importante, sobre todo porque con ello logrará mejorar su entorno.