El garbanzo es una especie leguminosa muy apreciada en la cocina que se destaca por ser una fuente de hidratos de carbono de absorción lenta, que producen una asimilación gradual de la glucosa., lo que evita el desequilibrio de los niveles de azúcar y genera una energía constante.
El portal Cuerpo Mente destaca que su riqueza en fibra mejora el tránsito intestinal y contribuye a que la absorción de los hidratos de carbono sea más lenta.
Su aporte de lípidos es también mayor que en el resto de legumbres y además presenta un bajo contenido en grasas, las cuales son más sanas que las de la carne.
Uno de los problemas del garbanzo es que para que queden blandos y se puedan consumir sin problema, hay que dar en el punto.
Al ser una legumbre seca, según el portal La Vanguardia, requiere de remojo, por lo que se debe tener mucha paciencia al cocinar.
Para Joan Gimeno, uno de los propietarios de Casa Ruiz Granel, en Barcelona, uno de los trucos está en cocinarlos en agua con menos cal, lo que hará que se ablanden más rápido.
Pero no todas las variedades de granos necesitan las mismas horas de remojo, pues incluso existen algunas que pueden cocerse directamente sin que ello signifique aumentar el tiempo al cocinarlos.
Un remojo extendido
Para los garbanzos y las judías, según el especialista, se requieren de remojo entre 12 a 16 horas, todo depende la frescura que estas tengan.
Luego deberán cocinarse por una hora o una hora y media. La Vanguardia señala que en estos casos es recomendable utilizar una olla exprés o una olla a presión que pueda ayudarle a cortar el tiempo de cocinado a más de la mitad.
“En la olla exprés el tiempo se reducirá más de un 50%, mientras que en la súper rápida a más de un 40%”, mencionó.
Aún así, no es recomendable usar estas ollas con legumbres como la lenteja, pues el tiempo que se deben cocinar no es el mismo y existe la posibilidad de que pueda incluso pasarse de cocción.
“Se cuece. muy rápido, así que no hace falta acelerar el proceso”, aseguró Gimeno. Lo que sí se conoce es que hay formas de ablandar las variedades más duras, como el garbanzo, sin recurrir al remojo.
En el canal Tuiwok estilo, el cual cuenta con más de 250.000 suscriptores en su canal de YouTube, recomiendan verter los garbanzos en un recipiente apto para microondas y cubrirlos con agua.
Este recipiente debe estar bien tapado con papel film y hacer un agujero con un cuchillo en el centro del plástico, para luego meterlo en el microondas durante 15 minutos a máxima potencia.
Luego, al pasar ese tiempo, se debe dejar reposar y enfriar, y luego cocinar como si se hubiese realizado un remojo normal.
Para ello debe poner en una olla las legumbres con abundante agua y añadir una cucharada generosa de bicarbonato. Pasados 10 minutos a fuego fuerte, debe apagar el fuego y dejar reposar las legumbres bien tapadas con el agua de cocción para que se terminen de ablandar. Cuando ya este en ese punto, deberá escurrirlas y empezar a cocinarlas.
De igual manera debe tener en cuenta que sea cual sea el método que utilice, lo que debe primar es la paciencia, por lo que lo más recomendable es aprender a disfrutar del proceso.