El jengibre, esa raíz aromática y picante, ha sido un componente esencial en la cocina y la medicina tradicional durante siglos. Sin embargo, preservar su frescura puede ser un desafío.

Afortunadamente, existen consejos innovadores que pueden marcar la diferencia en su durabilidad y calidad.

Preparación inicial y opciones básicas de almacenamiento

El proceso de almacenamiento del jengibre comienza incluso antes de adquirir la raíz. Por ello, es importante seleccionar el jengibre más fresco, con una piel firme y tersa. Una vez en casa, existen varias alternativas para prolongar su vida útil.

El tallo del jengibre puede adquirirse en tiendas de productos naturales y supermercados. | Foto: Getty Images

Refrigeración

El refrigerador se convierte en el aliado principal para mantener el jengibre fresco. Una vez comprado, se puede envolver la raíz completa en papel de cocina ligeramente húmedo o en una bolsa de plástico perforada para conservar la humedad. Esta técnica puede extender la frescura del jengibre por varias semanas.

Congelación

La congelación es otra opción efectiva para conservar el jengibre durante un período más prolongado, y se puede optar por rallar o picar la raíz y colocarla en cubitos de hielo o en una bolsa hermética antes de congelar. Esta técnica permite utilizar pequeñas porciones de jengibre según sea necesario, manteniendo el resto congelado y fresco por meses.

Estrategias avanzadas para prolongar la frescura del jengibre

Si bien la refrigeración y la congelación son métodos estándar, hay estrategias adicionales que pueden mantener el jengibre en óptimas condiciones durante más tiempo.

Conservación en alcohol

Sumergir trozos de jengibre pelado y cortado en alcohol, preferiblemente vodka, es una técnica que ha ganado popularidad. Este método no solo conserva la frescura, sino que también crea un extracto de jengibre útil en diversas recetas.

El jengibre es un potente antioxidante y antiinflamatorio. | Foto: Getty Images

El alcohol actúa como conservante y puede prolongar la vida útil del jengibre hasta varios meses en el refrigerador.

Deshidratación

La deshidratación es una técnica menos convencional pero efectiva para preservar el jengibre, y se pueden secar finas rodajas de jengibre al sol o utilizar un deshidratador. Una vez completamente seco, el jengibre se conserva bien en un frasco hermético en un lugar fresco y oscuro. Esta forma deshidratada puede almacenarse durante meses y se puede moler para utilizar como especia en polvo.

Consejos adicionales para mantener la frescura y calidad del jengibre

Además de los métodos de almacenamiento, algunos consejos adicionales pueden ser útiles para garantizar la óptima frescura y calidad del jengibre son:

Revisión periódica

Independientemente del método de almacenamiento elegido, es importante revisar regularmente el jengibre almacenado. Retirar cualquier parte que empiece a deteriorarse o mostrar signos de moho, ayuda a preservar la frescura del resto de la raíz.

Uso de recipientes herméticos

Optar por recipientes herméticos y bolsas resellables al almacenar el jengibre ayuda a mantener la humedad y previene la pérdida de frescura. Asegurarse de que estén bien sellados puede marcar la diferencia en la durabilidad del jengibre.

El jengibre posee propiedades relajantes. | Foto: Beata Zawrzel/NurPhoto

Conservar la raíz entera siempre que sea posible

Mantener la raíz de jengibre intacta hasta su uso es una práctica recomendada. El jengibre entero tiende a mantener su frescura por más tiempo que cuando se corta o se pela, lo que ayuda a conservar sus aceites naturales y su sabor característico.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.