El potus, también conocido como pothos o Epipremnum aureum, es una de las plantas de interior más populares y fáciles de cuidar. Con su atractivo follaje verde y su capacidad para adaptarse a una variedad de condiciones, esta planta ha ganado un lugar especial en muchos hogares. A continuación, se explicará cómo cultivar un potus y qué se necesita para que crezca de manera saludable.

El entorno ideal para el potus

Uno de los aspectos que hace al potus tan popular es su capacidad para prosperar en condiciones diversas. Esta planta puede crecer en lugares con poca luz, lo que la convierte en una opción perfecta para interiores con luz natural limitada. Sin embargo, para un crecimiento óptimo, lo ideal es ubicarla en un lugar con luz indirecta brillante. Demasiada luz solar directa puede quemar sus hojas, mientras que la falta total de luz puede ralentizar su crecimiento y hacer que las hojas pierdan su color vibrante.

El potus es una planta de interior apreciada por su facilidad de cuidado. Para asegurar que esta planta mantenga su salud y belleza, es esencial comprender sus requerimientos de luz, riego y fertilización. | Foto: mykeyruna/Getty Images

El potus también es muy tolerante en cuanto a las temperaturas. Puede crecer en un rango de 18 a 29 grados Celsius, lo que coincide con las temperaturas interiores promedio. Es importante evitar exponerla a corrientes de aire frío o a cambios bruscos de temperatura, ya que esto puede afectar su desarrollo. Según Planterhoma, es recomendable colocar el potus cerca de una ventana que reciba abundante luz solar, pero evitando la exposición directa al sol que puede quemar sus hojas.

Cuidados básicos y riego

El potus es una planta de bajo mantenimiento, pero, como cualquier ser vivo, requiere ciertos cuidados para crecer de manera saludable. En cuanto al riego, es importante no excederse. El potus prefiere que el suelo se seque ligeramente entre riegos. Un buen indicativo es esperar a que los primeros 2-3 centímetros de la tierra estén secos antes de volver a regar. El exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces, un problema común en plantas de interior.

El cuidado del suelo es otro aspecto vital para el desarrollo saludable del potus. Aunque esta planta no es excesivamente exigente, un buen manejo del sustrato es esencial. Ecologiaverde recomienda utilizar compost o humus de lombriz para nutrir el potus. Si se dispone de espacio, se puede preparar compost propio, lo cual es una opción ecológica y económica.

Otro aspecto a tener en cuenta es la poda. Si bien el potus no requiere una poda regular, cortar las ramas más largas ayudará a mantener la planta en una forma compacta y a estimular el crecimiento de nuevas hojas.

Para quienes desean añadir una planta de bajo mantenimiento a su hogar, el potus ofrece una opción ideal. Conocer los aspectos clave de su cultivo y cuidados básicos permitirá que esta planta se desarrolle plenamente en el entorno doméstico. | Foto: Getty Images

Propagación y multiplicación

El potus es una planta ideal para la propagación, lo que significa que es fácil crear nuevas plantas a partir de una planta madre. La propagación se realiza a través de esquejes de tallo. Para hacerlo, se debe cortar un tallo de unos 10-15 centímetros de largo justo debajo de un nudo (el lugar donde una hoja se une al tallo). Luego, se coloca el esqueje en agua o en una mezcla de sustrato húmedo.

Si se opta por propagar en agua, es importante cambiarla cada pocos días para evitar que se estanque. Después de unas semanas, las raíces comenzarán a formarse y se podrá trasladar el esqueje a una maceta con tierra. Si se prefiere hacerlo directamente en tierra, se debe mantener el sustrato húmedo, pero no empapado, y colocar la maceta en un lugar con luz indirecta.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.