Desde los albores de la psicología, se ha reconocido la importancia crucial de la infancia en la formación de la identidad y desarrollo como adultos. A través de diversas corrientes teóricas, como el psicoanálisis y el análisis transaccional, se ha llegado a entender que la niña interior, esa parte vulnerable y emotiva de cda persona, sigue presente a lo largo de la vida, influyendo en las acciones, relaciones y bienestar emocional.

Curar a la niña interior es un acto de amor propio y un paso crucial hacia una vida más plena y auténtica. | Foto: Imgorthand

Los estados del Yo y la niña interior

Según el análisis transaccional, cada individuo posee tres partes esenciales: la parte madre o padre, la parte adulta y la parte niña. Estas partes interactúan entre sí para guiar el comportamiento y las respuestas emocionales. La parte madre o padre representa las normas y creencias internalizadas, la parte adulta se encarga de la toma de decisiones y la ejecución de acciones, mientras que la parte niña alberga las emociones, necesidades y creatividad inherentes.

Para alcanzar un estado de equilibrio y bienestar emocional, es fundamental que estas tres partes trabajen en armonía. La parte madre debe ser comprensiva y flexible, la parte adulta debe ser responsable y eficiente, y la parte niña debe ser escuchada y atendida en sus necesidades emocionales.

Las consecuencias de ignorar a tu niña interior

Cuando se ignora o se reprime a la niña interior, las consecuencias pueden ser significativas y perjudiciales para la salud mental y emocional. Uno de los resultados más comunes es el desarrollo de trastornos de ansiedad, ya que bloquear constantemente las emociones y necesidades de nuestra niña interior puede generar un malestar emocional acumulado que se manifiesta en forma de síntomas ansiosos.

Además, la niña interior no solo se activa en momentos de angustia, sino también en situaciones de disfrute y alegría. Ignorar las señales y necesidades lo puede llevar a experimentar síntomas depresivos, manifestados en la falta de motivación y la sensación de vacío emocional.

En última instancia, el no atender a la niña interior lo puede llevar a adoptar mecanismos de afrontamiento poco saludables, como las autolesiones, como una forma de lidiar con el malestar emocional no resuelto.

La depresión puede conducir a la soeldad. | Foto: © Andriy Onufriyenko

El camino hacia la sanación de su niña interior

Curar a la niña interior es un proceso profundo y transformador que requiere valentía, autoaceptación y compasión hacia uno mismo. Aquí hay algunas estrategias para comenzar este viaje de sanación emocional:

  • Validación emocional: Acepte y valide todas las emociones que surjan en usted, sin juzgarlas ni reprimirlas. Del mismo modo que consolaría a un niño que llora, consuélese a usted mismo en momentos de tristeza o inseguridad.
  • Autoexploración: Tómese el tiempo para escuchar a su niña interior y entender sus necesidades y deseos. Esto puede implicar llevar un diario emocional, practicar la meditación o la visualización creativa.
  • Cuidado personal: Dedique tiempo a actividades que nutran su alma y lo conecten con su niña interior, como el arte, la música, la naturaleza o el juego.

*Este artículo fue creado y versionado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.