La limpieza y blancura de las prendas de vestir, en especial de camisas y polos, puede ser una de las tareas más complejas. En casos, estas se pueden tornar amarillentas y convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Y es que, aunque en el mundo actual hay un sin fin de productos químicos que prometen devolverle la vida a la ropa, estos en ocasiones suelen ser abrasivos y pueden causar un deterioramiento rápido en las prendas.
Esta es una de las razones por la que las personas, por varios años, han optado por utilizar productos caseros que pueden causar el mismo efecto y no dañan los materiales textiles con facilidad.
De hecho, uno de los más conocidos es el bicarbonato de sodio, el cual ha tomado gran popularidad porque, mezclado con otros ingredientes, y hasta por sí solo, promete devolverle la blancura a la ropa, los zapatos, los pisos, los elementos de cocina, y otros productos más.
Una de las mezclas más conocidas y poderosas en el mundo de la limpieza es la de bicarbonato y vinagre, y utilizarla en prendas blancas no va a ser la excepción.
Ahora bien, para despercudir los cuellos de las camisas blancas la solución es muy sencilla, solo se debe hacer una pasta con estos dos ingredientes y frotarla bien por la zona, también se puede ayudar con un cepillo pero con suavidad. Después de varias frotadas se debe poner a lavar en la lavadora y la magia quedará hecha.
Otro de los trucos consiste en poner agua oxigenada en los cuellos de las camisas minutos antes de que estas se pongan en la lavadora. Gracias a las propiedades de este compuesto, las manchas se irán desvaneciendo lavada tras lavada.
Sin embargo, una de las opciones poco conocidas en el mundo de la limpieza es la de la tiza. Básicamente, consiste en que, si la camisa tiene manchas de grasa o sudor, se debe pasar una tiza por las zonas que están en contacto con la piel y así esta absorberá la grasa. Después de ello solo se debe lavar la prenda como de costumbre.