El baño es uno de los espacios más propensos a accidentes domésticos, y las caídas resbaladizas son una de las principales preocupaciones, especialmente para niños y personas mayores. Muchas personas se lesionan cada año debido a resbalones y caídas en este entorno. Por ello, es fundamental adoptar medidas preventivas para minimizar estos riesgos.
Una de las estrategias más efectivas para evitar resbalones es la instalación de alfombrillas antideslizantes. Estas pueden colocarse en la entrada de la ducha o alrededor de la bañera, proporcionando un agarre adicional al salir del agua. Existen diversos modelos y materiales que ofrecen una excelente tracción, lo que reduce el riesgo de accidentes.
El uso de productos de limpieza adecuados también es crucial. Los restos de jabón y productos de higiene pueden hacer que el suelo sea resbaladizo. Optar por limpiadores que eliminen eficazmente estos residuos ayudará a mantener las superficies del baño más seguras. Además, es recomendable limpiar los suelos con regularidad para evitar acumulaciones que puedan causar caídas.
La iluminación también juega un papel vital. Asegurarse de que el baño esté bien iluminado, especialmente en áreas de alto riesgo como la ducha y la bañera, puede prevenir accidentes. Instalar luces nocturnas puede ser una solución práctica para aquellos que utilizan el baño durante la noche.
Además, considerar la instalación de barras de apoyo en la ducha y cerca del inodoro es una medida efectiva para proporcionar estabilidad adicional. Estas barras ofrecen un punto de sujeción seguro, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida.
Por último, fomentar hábitos de cuidado, como secar bien el suelo después de un baño o ducha y usar calzado antideslizante dentro del hogar, puede ser decisivo para evitar resbalones.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.