Mantener una sala de estar con un aroma fresco durante todo el día es una preocupación común para muchos hogares. Afortunadamente, existe un truco sencillo y económico que utiliza un alimento natural para lograrlo: el café. Este método no solo es efectivo, sino también accesible para cualquier persona que busque una solución natural para combatir los malos olores.

El café molido, un subproducto común en la cocina, tiene la capacidad de absorber y neutralizar olores desagradables en lugar de solo enmascararlos. El primer paso para utilizar el café como ambientador es colocar pequeñas tazas o recipientes llenos de café molido en diferentes rincones de la sala. Estos pueden ser distribuidos estratégicamente, por ejemplo, cerca de los sofás, en estanterías y otros lugares donde el aire tiende a estancarse.

Además de su función como neutralizador de olores, el café tiene la ventaja de liberar un aroma agradable y acogedor que puede contribuir a una atmósfera más agradable en el hogar. Para un efecto más duradero, se recomienda renovar el café molido cada dos semanas, ya que con el tiempo su capacidad de absorción disminuye.

Aroma en la sala de la casa. | Foto: Abel Mitjà Varela

Otro truco relacionado es la combinación de café con otros ingredientes naturales, como la vainilla. Al agregar unas gotas de extracto de vainilla al café molido, se puede obtener un aroma aún más agradable y persistente. Esta mezcla puede colocarse en pequeños saquitos de tela y distribuirse por la sala, ofreciendo un toque personalizado a la fragancia.

Este método tiene la ventaja adicional de ser respetuoso con el medio ambiente, al utilizar un recurso natural y reciclable. Además, evita el uso de productos químicos que podrían ser irritantes para algunas personas.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.