Limpiar y dar brillo a los cubiertos de acero inoxidable es sencillo si sigue algunos pasos básicos. Esos son los algunos métodos efectivos:
Agua y jabón
Enjuague bien: Asegúrese de que no quede ningún residuo de jabón.
Seque con un paño suave: Séquelos inmediatamente para evitar manchas de agua.
Bicarbonato de sodio
Prepare una pasta de bicarbonato: Mezcle bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta formar una pasta.
Aplique la pasta: Frote la pasta sobre los cubiertos con un paño suave o una esponja.
Enjuague bien: Lave los cubiertos con agua tibia y jabón.
Seque con un paño suave: Séquelos inmediatamente.
Vinagre blanco
Remoje los cubiertos: Deje los cubiertos en la solución durante unos minutos.
Frote con un paño suave: Utilice un paño suave para frotar los cubiertos.
Enjuague bien: Lave los cubiertos con agua tibia y jabón.
Seque con un paño suave: Séquelos inmediatamente.
Limón y sal
Corte un limón por la mitad: Espolvoree sal en la superficie cortada del limón.
Frote los cubiertos: Use el limón con sal para frotar los cubiertos.
Enjuague bien: Lave los cubiertos con agua tibia y jabón.
Seque con un paño suave: Séquelos inmediatamente.
Aceite de oliva
Aplique una pequeña cantidad de aceite de oliva: Use un paño suave para aplicar el aceite de oliva en los cubiertos.
Frote suavemente: Frote los cubiertos para darles brillo.
Limpie el exceso de aceite: Use un paño limpio y seco para quitar cualquier exceso de aceite.
Consejos adicionales
Evite productos abrasivos: No use productos que puedan rayar el acero inoxidable.
Lave inmediatamente: Lave los cubiertos después de usarlos para evitar manchas y corrosión.
Seque completamente: Asegúrese de que los cubiertos estén completamente secos antes de guardarlos.
Siguiendo estos métodos, los cubiertos de acero inoxidable se mantendrán limpios y brillantes.