Mantener una cocina limpia puede ser un desafío, especialmente cuando se acumula grasa, restos de comida y suciedad. No obstante, existe un producto casero que puede ayudar a mantener controlada la suciedad.
Se trata del bicarbonato de sodio, un aliado natural y económico para combatir el desorden. Este producto no solo es eficaz, sino también seguro para el medio ambiente y la salud, ya que no contiene químicos agresivos, por lo que es ideal para limpiar superficies de la cocina, que se convierten, poco a poco, en imanes de grasa y suciedad.
Una de ellas es la estufa, que suele ser una de las áreas más afectadas por la suciedad, con derrames y acumulación de grasa alrededor de los quemadores. Para limpiarlas, solo necesita combinar tres cucharadas de bicarbonato con una cucharada de agua, creando una pasta espesa. Frote suavemente la mezcla sobre las áreas grasosas con una esponja o un trapo. Deje que actúe durante 10-15 minutos, y después de que el bicarbonato haya tenido tiempo de descomponer la grasa, limpia la superficie con un paño húmedo para retirar los residuos.
Si es posible, retire las partes removibles de la estufa, espolvoree una generosa cantidad de bicarbonato sobre las áreas afectadas, o en su defecto, pulverice vinagre blanco sobre el bicarbonato. Al contacto, el bicarbonato y el vinagre crearán una reacción efervescente que ayudará a descomponer la suciedad.
Finalmente, use una esponja o cepillo suave para frotar la suciedad restante y luego enjuague con un trapo húmedo.
Eliminar malos olores del lavaplatos
El bicarbonato también es excelente para eliminar los malos olores en el lavaplatos, que pueden deberse a restos de comida atrapados en el desagüe. Para deshacerse de este, coloque una capa de bicarbonato sobre toda la superficie de lavaplatos. Use una esponja húmeda para frotar el bicarbonato por todas las esquinas y grietas. Y, finalmente, enjuague bien con agua caliente para eliminar cualquier resto de grasa o residuos.
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Limpieza del horno
El horno puede ser uno de los electrodomésticos más difíciles de limpiar, pero con bicarbonato se vuelve mucho más sencillo.
- Mezcle bicarbonato de sodio y agua hasta obtener una pasta.
- Cubra las paredes, la puerta y el piso del horno con la pasta, evitando los elementos de calefacción.
- Deje que la pasta actúe durante al menos 12 horas o toda la noche para aflojar la grasa y la suciedad.
- Use un paño húmedo para retirar la mezcla y la suciedad que se haya desprendido.
- Si queda algún residuo, rocíe vinagre y limpie nuevamente para eliminar los restos de bicarbonato.
Limpieza de azulejos y juntas
Las paredes y los azulejos de la cocina, así como las juntas, pueden acumular grasa y polvo con el tiempo. El bicarbonato es ideal para dejarlas relucientes.
- Mezcle bicarbonato con agua y aplica sobre las juntas y los azulejos.
- Use un cepillo de dientes viejo para frotar la pasta en las juntas. Esto ayudará a eliminar la suciedad incrustada.
- Use un trapo húmedo o esponja para enjuagar y retirar los residuos de bicarbonato.