Los cubiertos de plata sucios pueden arruinar una cena, sobre todo si estos se encuentran manchados y sin brillo.
Para limpiarlos, el mercado ofrece una amplia gama de productos que funcionan con químicos. Pero con la ayuda de ingredientes caseros también podrá obtener excelentes resultados.
Las opciones que aquí encontrará para limpiar su vajilla de plata, son fáciles de conseguir y económicas.
Lo que si debe considerar, según el portal Wiki How, es que los métodos que son seguros para limpiar los cubiertos de plata podrían no serlo para otros materiales. Además si poseen otro tipo de metal o piedra, lo conveniente es investigar métodos de limpieza seguros para esos materiales.
Papel aluminio, bicarbonato de sodio y sal
Vierta una cucharadita de sal y una cucharadita de bicarbonato de sodio en una taza de agua caliente y mézclelo todo. Estos ingredientes reaccionarán con el papel aluminio, ayudando a limpiar y a pulir los cubiertos de plata.
De igual manera puede añadir ½ taza de vinagre a la mezcla por cada taza de agua, con lo que acelerará el proceso. Añade el vinagre al final y tenga cuidado al verterlo, ya que puede haber una reacción cuando entre en contacto con los otros ingredientes.
Agua hirviendo en una olla
Hierva un poco de agua, cubra el interior de una olla con papel aluminio y vierta el agua. El papel aluminio es esencial para el proceso.
La olla debe ser grande como para que quepan todos los cubiertos de plata que quiere limpiar, de lo contrario tendrá que realizar la limpieza en varias tandas. Con este método la suciedad se pegará al papel aluminio. tenga en cuenta que debe utilizar una olla de otro material que no sea aluminio para evitar que se manche.
Una vez que la solución esté lista, coloque los cubiertos en la olla. Déjelos remojar por más de 30 segundos. Cuando los vea limpios, retírelos y utilice un trapo limpio para pulirlos.
Seque bien los cubiertos para evitar que aparezcan manchas de agua.
Otro método es con el bicarbonato de sodio o bórax
Coloque los cubiertos en una superficie plana y cúbralos con el bicarbonato de sodio o bórax seco. Aplique una buena cantidad para que cubra toda la superficie de los cubiertos.
Pasado este tiempo, utilice un paño o una esponja húmeda para restregar el bicarbonato de sodio o bórax. Luego enjuague y púlalo con un paño seco.