Pero una de las complicaciones que tiene este elemento es el poder conservar la raíz para que no pierdan sus propiedades, ya que al pasar de los días, esta empieza a arrugarse cada vez más.
Cabe mencionar que el jengibre es fuente de vitamina C y B6, posee minerales como el calcio, magnesio, potasio y fósforo.
El portal El Español señala que debido a su composición nutricional, es capaz de eliminar bacterias y microorganismos intestinales nocivos, como la infección por Helicobacter pylori.
Los estudios han determinado incluso que los gingeroles, que es el componente activo de jengibre fresco, pueden impedir el crecimiento de las células cancerígenas.
Para conservarlo fresco
Para que este freco y no pierda sus propiedades debe coger el jengibre fresco sin pelar y enróllalo con papel absorbente de cocina.
Luego deberá introducirlo en una bolsa de plástico para uso alimentario con cierre hermético, y por último colocar la bolsa en el frigorífico, en el cajón de las verduras. Con esto logrará que se conserve sin problemas y se mantenga fresco por cerca de tres semanas.
Otras maneras de conservar el jengibrees rallándolo y envolverlo también en papel absorbente. Puede consérvalo del mismo e incluso puede hacer porciones según la cantidad que necesite.
Si desea conservar jengibre en aceite, entonces tendrá que poner aceite en un recipiente junto con el jengibre fresco rallado e introducirlo en el horno a 65 ºC por dos horas.
Luego de enfriarse, guarde muy bien el aceite en una botella de cristal una vez lo haya colado y eliminado los restos del jengibre. En ese estado puede durar seis meses.
Si desea deshidratarlo, entonces debe cortarlo en rodajas muy finas y ponerlas separadas en una bandeja apta para el horno o microondas.
Allí deberá dejarlo hasta que quede seco y crujiente por la pérdida de agua. Luego podrá comerlo como snacks.