Sin duda, las sandalias son una de las prendas más cómodas que se pueden usar en el trascurso del día. Especialmente se trata de los tipos Birkenstock, las cueles tienen correas y hebillas para ajustar según el tamaño de cada pie.
Además de ser de material como cuero, cuerina, franela o demás estilos serios, pueden usarse para una salida casual a un centro comercial, una caminata o el lugar en donde necesite un calzado cómodo.
No obstante, no todo es bueno con este tipo de calzado, ya que su material puede empezar a mancharse o teñirse por la sudoración del pie, suciedad u potros productos para la traspiración.
Siendo así, es normal que en la planta del las sandalias se comience a plasmar la silueta del talón y dedos, casi siempre con una mancha negra o marrón.
Esto puede ser molesto a la vista o incluso llegar a tomar olores desagradables, por lo que existen consejos caseros para dejar su calzado como nuevo, usando materiales que seguramente tienen a la mano y que realmente son efectivos.
Lo primero es tener a la mano los implementos, los cuales son: jabón para cuero, agua caliente, jabón azul, bicarbonato.
Teniendo todo a la mano, debe comenzar por retirar el exceso de mugre, polvo, barro, con un cepillo seco. Luego llenarlas de jabón azul y dejarlas en remojo bajo el sol aproximadamente unas tres horas.
Luego, con un cepillo dental que no use comience a frotar las manchas con cuidado de no maltratar el material, repita este paso hasta que crea conveniente.
De no tener el resultado esperado, puede poner a calentar una taza de agua y luego revolverle dos cucharadas de bicarbonato. Luego de que esté caliente, debe sumergir el calzado por varios minutos, luego lave bien y ponga a secar en un lugar ventilado y bajo sombra.
De esta manera puede volver a lucir sus sandalias sin las incómodas manchas de sudor.