Sin él sería imposible que el carro frene, lo que aumentaría el riesgo de sufrir accidentes de tránsito. Por ello realizar un buen mantenimiento es fundamental, sobre todo porque el sistema de frenado debe funcionar siempre a la perfección.
El líquido de frenos es un fluido hidráulico que se encarga de transmitir la fuerza ejercida cuando se utiliza el pedal de freno hacia los pistones del sistema de frenado.
Dicha fricción, según el portal Mundo Deportivo. hace que el carro pierda velocidad al transformar esa energía en calor. El calor está presente en el disco, en el aire, la pastilla y el líquido de frenos.
Cambiar el líquido de frenos
La mayoría de fabricantes recomiendan un cambio en el líquido de frenos de 2 a 4 años o entre 60.000 y 80.000 km recorridos.
Para comprobar si el sistema de frenado tiene el nivel adecuado de líquido, debe levantar el capó y buscar un depósito blanco con un tapón de color negro. Allí encontrará un líquido que es corrosivo y con el que debe tener cuidado al manipularlo.
Cabe indicar que no siempre es sencillo reponer el líquido de frenos. Por ejemplo, si se encuentra entre el nivel de mínimo y máximo, no habrá problema para rellenarlo siempre y cuando lo realice con mucha precaución.
Pero si hay pérdida de líquido, debe evitar echar el líquido antes de purgar los frenos. En ese caso lo recomendable es acudir a un técnico especialista o a un taller de confianza.
Síntomas que le indican que debe cambiar el líquido de frenos
Ahora bien las pastillas de freno consumidas también pueden incrementar el recorrido del pedal. Por ello si los frenos del carro hacen ruido al frenar, probablemente necesite cambiar las pastillas.
Si abusa mucho del freno, podrá notar que el pedal tiene más recorrido y es más blando o esponjoso. Esto ocurre porque el líquido de frenos ha estado demasiado tiempo a altas temperaturas, evaporando un porcentaje pequeño de agua y creando burbujas, efecto al que se le conoce como vapor lock, el cual es perjudicial para el sistema de frenado del automotor.
Si eso ocurre, entonces es otro de los síntomas por los que debe cambiar el líquido de frenos.