El romero (Rosmarinus officinalis) es un arbusto aromático originario de la región mediterránea, pero se ha cultivado en muchas partes del mundo debido a sus propiedades culinarias, medicinales y ornamentales.

No obstante, hay quienes en vez de cultivarlo en casa, prefieren comprarlo, sin saber que su cultivo es relativamente sencillo, pues es bastante resistente y apenas necesita cuidados. Pero para quienes quieren intentar crecer su propia planta, es necesario saber que, el romero prefiere un clima mediterráneo, es decir, veranos calurosos y secos e inviernos suaves. Sin embargo, puede tolerar una variedad de condiciones climáticas siempre que tenga buen drenaje.

Ramas de romero. | Foto: Getty Images

En cuanto a la luz, prefiere pleno sol, por lo que debe plantarlo en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día.

Cabe decir que, puede comenzar a cultivar romero a partir de semillas, pero tenga en cuenta que la germinación puede ser irregular y tardar algunas semanas. Así que, es más común y eficiente propagar el romero a partir de esquejes.

Y si está trasplantando un romero ya establecido, asegúrese de hacerlo en un lugar con buen drenaje y espacio suficiente para que crezca.

El romero no solo brinda beneficios a la salud, sino también desde el punto de vista energético. | Foto: Annie Japaud 2022

Algunos cuidados

  • Riego: Aunque el romero es resistente a la sequía una vez establecido, es importante regar regularmente durante su primer año. Sin embargo, asegúrese de que el suelo se seque entre riegos para evitar el encharcamiento.
  • Podar: Puede podar el romero para darle forma y fomentar un crecimiento más denso. Esto también ayuda a renovar el arbusto y a mantener su salud.
La mata de romero ofrece diversos beneficios en el hogar. | Foto: Copyright: Maria Jose Roda Garcia
  • Fertilización: El romero no requiere mucha fertilización. Si decide fertilizar, hágalo en primavera con un fertilizante equilibrado, pero en general, el romero crece bien sin fertilizantes adicionales.
  • Protección contra heladas: Aunque es resistente a condiciones adversas, las heladas severas pueden dañar el romero. Si vive en una zona con inviernos fríos, considere proteger su planta o trasplantarla a un contenedor que pueda mover en interiores durante los meses más fríos.