Mantener las toallas blancas y de tonos claros siempre relucientes, hace parte de la limpieza y elegancia en el hogar. Sin embargo, no hay dudas de que con el tiempo y los lavados frecuentes, es común que estas toallas dejen de verse impecables y comiencen a notarse manchas o un aspecto amarillento.
No hay que preocuparse, esto suele pasar en muchos hogares por eso aquí encontrará la solución a este problema.
Se trata de devolver la luz en las toallas blancas, y al mismo tiempo evitar que se deterioren, mediante productos que no sean agresivos ni contengan químicos que destruyan el tejido de las toallas.
Para esto solo necesitará un par de ingredientes que seguramente tiene en casa: vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Con esta mezcla no necesitará nada más, es decir, no es necesario que agregue detergente, ya que estos productos contienen componentes que realizarán una limpieza profunda a las fibras de las toallas.
En términos generales, el proceso es sencillo, a continuación encontrará el paso a paso si va a realizarlo en la lavadora:
1. Agregar una taza de vinagre blanco y media taza de bicarbonato de sodio directamente en el tambor del lavarropas.
2. Ponga a lavar las toallas en agua caliente, recuerde no usar jabón durante este ciclo.
3. Es importante secarlas en un espacio bien ventilado, para que recuperen tanto su color como su suavidad original. Este paso es clave para que el resultado sea el mejor posible.
Tenga en cuenta que si las toallas se encuentran demasiado dañadas o amarillentas, en un primer momento toda la afectación no desaparece inmediatamente.
En este caso se recomienda dejarlas en remojo durante varias horas o toda la noche en una solución de agua caliente con bicarbonato de sodio. Una vez pasado ese tiempo, lave las toallas como lo hace habitualmente.
Mediante este proceso seguramente conseguirá un mejor aspecto para sus toallas. Este truco, simple y económico puede serle muy útil.