El horno, ese fiel aliado en la cocina, a menudo enfrenta el desafío de la acumulación de grasa y residuos quemados. Limpiar esta superficie puede ser una tarea ardua y, en ocasiones, frustrante. Sin embargo, en el mundo de los remedios caseros para la limpieza, un ingrediente cotidiano se alza como un héroe sorprendente: el limón.
El limón, con su acidez natural y propiedades desengrasantes, se ha utilizado durante siglos en la limpieza del hogar. Su capacidad para disolver la grasa lo convierte en un agente limpiador efectivo, y cuando se trata del horno, puede marcar la diferencia entre una limpieza tediosa y un proceso más eficiente y aromático.
Limón para quitar la grasa
Antes es importante prepararse adecuadamente para la tarea. Aquí hay algunos pasos iniciales:
- Reunir los materiales: Limones frescos, vinagre blanco, bicarbonato de sodio, agua caliente, guantes de goma, esponja no abrasiva y trapo limpio.
- Apagar el horno y dejarlo enfriar: Es crucial que el horno esté frío antes de comenzar cualquier proceso de limpieza. Apagarlo y dejarlo enfriar completamente para evitar quemaduras y facilitar el acceso a las áreas grasientas.
- Retirar los restos grandes: Usar una espátula o un trapo para retirar los restos grandes de comida quemada. Esto facilitará la acción del limón en las capas de grasa más persistentes.
Receta: Limón y bicarbonato de sodio
Uno de los métodos más populares para limpiar el horno con limón implica combinarlo con bicarbonato de sodio, otro poderoso agente de limpieza natural.
Pasos
Hacer una pasta con limón y bicarbonato de sodio exprimiendo el jugo de varios limones en un recipiente. Agregar suficiente bicarbonato de sodio para hacer una pasta espesa. Luego, aplicar la pasta con ayuda de guantes de goma sobre las áreas grasientas del horno. Asegúrese de cubrir bien las superficies, especialmente donde la grasa esté más acumulada.
Dejar reposar durante al menos 30 minutos. Esto permitirá que los ingredientes actúen en la grasa. Una vez pasado este tiempo, limpiar con una esponja húmeda y frotar suavemente la pasta.
Enjuagar y secar con un trapo limpio y húmedo, enjuagar el horno y secar con otro trapo limpio.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.