Es usual que, para salir de ciertas situaciones incómodas, las personas digan mentiras, una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa, explica la institución Real Academia Española (RAE).

Sin embargo, hay quienes llevan esta manifestación al extremo, por lo que son denominados mentirosos compulsivos o mitómanos que, según la misma institución, son los que tienen tendencia a desfigurar la realidad de lo que se dice y también de admirar de manera exagerada a algo o a alguien.

Y es que, a diferencia de las mentiras usuales, los mitómanos mienten sin un propósito concreto y lo hacen de manera reiterada durante bastante tiempo. A propósito, la psiquiatra Laura Villamil asegura que los mentirosos compulsivos también exageran eventos con la finalidad de que ellos queden como los protagonistas de las historias.

Para desenmascarar a ese mentiroso podría ser suficiente usar un poco de tacto y sentido común.

“Algunos de los síntomas típicos son exagerar eventos en los que participan para quedar como héroes o víctimas, no mostrar arrepentimiento ni cuando la mentira es descubierta, e incluso enfadarse cuando alguien pone en duda su versión de los hechos”, índica la psiquiatra en un artículo de su propiedad.

Según Villamil, existen 7 señales con las que se puede identificar a un mentiroso compulsivo -o mitómano- rápidamente, estas son las siguientes:

  1. Cambia los detalles de una misma historia o la cuenta de forma distinta cada vez.
  1. Exagera enormemente eventos ordinarios para dramatizarlos o quedar como protagonista.
  1. Muestra hostilidad o frustración cuando se cuestiona sobre sus relatos grandilocuentes.
  1. Nunca admite que ha mentido, incluso cuando la mentira es evidente. Sigue convencido de su versión.
  1. No muestra culpa, arrepentimiento o vergüenza después de mentir reiteradamente.
  1. Parece ansioso y tiende a mentir más ante situaciones estresantes.
  1. Crea nuevas mentiras para respaldar y mantener coherencia con sus mentiras previas.
Según Villamil, existen 7 señales con las que se puede identificar a un mentiroso compulsivo.

Del mismo modo, la psiquiatra sostiene que algunas de las características que suelen tener los mitómanos son: baja autoestima y autoconcepto negativo; dificultad para controlar impulsos; tendencia a dramatizar y exagerar logros o experiencias; comportamiento manipulador; encanto superficial para caer bien a los demás; y falta de empatía y remordimientos.

Finalmente, Villamil explica que para mitigar las acciones mitómanas es necesario “descubrir y resolver los conflictos internos subyacentes que llevan a distorsionar la realidad”.