La común crisis de los 30 es una etapa de la vida en la que las personas que están acercándose a esa edad o ya están en ella empiezan a cuestionarse su propósito en la vida, porque pueden sentir que sus metas y expectativas no se han cumplido durante ese tiempo y que por ello no están donde esperaban estar a esa edad.
Además, se vive como una especie de duelo por la juventud y la vida un poco más despreocupada que en ocasiones pueden tener personas de edades más bajas.
¿Cuáles son los factores que influyen?
La presión social empieza a hacer de las suyas porque las personas empiezan a imponer algunos pensamientos como que a los 30 ya se debería tener un trabajo estable, pareja, hijos, una casa y un futuro brillante por delante.
Asimismo, como en otras épocas de la vida, a los 30 se presentan muchos cambios, ya sea la finalización de la educación, el inicio de una profesión, un matrimonio, hijos, entre otros, y esos cambios pueden generar estrés y hacer que se cuestione sobre si lo que está haciendo es lo adecuado.
Aunque a los 30 no se es viejo, a esa edad es que algunas personas empiezan a notar algunos cambios en su cuerpo relacionados con el paso de los años y ese es un recordatorio constante de que el tiempo está pasando y se generan preguntas como si se está aprovechando como se debe la juventud.
También, a algunas personas les pasa que empiezan a ver borroso cuál es el significado de sus vidas o los propósitos que los impulsan, ya que se puede caer en una rutina sin sentido y sin emoción.
¿Cómo superar la crisis de los 30?
Es importante que si siente que lo anteriormente descrito lo supera, se busque ayuda profesional, ya que un terapeuta puede ayudar a responder esas preguntas que por el momento no tienen respuestas, y así obtener herramientas para manejar esa etapa.
Asimismo, es importante tomarse el tiempo, la tranquilidad y la reflexión sobre lo que ha logrado en la vida, la superación de metas y de esa forma entender qué lo hace feliz luego de recordar sus valores y propósitos que de esa forma se empiece a actuar de manera consecuente con ello.
Buscar el apoyo de amigos, familiares o la pareja es fundamental, porque tendrá personas que escuchen cómo se siente y podrán ayudarlo a obtener soluciones.