El tanque del combustible es sin lugar a dudas una de las partes fundamentales del vehículo, y aunque suene más allá del sentido común hacer esta afirmación, hay propietarios que no saben la importancia del mismo y tampoco el cuidado que deben tener. Todos los vehículos tienen un indicador que mide la cantidad de combustible que tiene el vehículo para operar, y sin lugar a dudas todos tienen un testigo que indica que se llegó a la reserva, es decir, la última oportunidad de abastecer el vehículo antes de quedarse varado en medio de la carretera.
El testigo de reserva entonces se activa cuando el vehículo solo tiene el último cuarto de gasolina disponible, es decir, en un carro pequeño cuya capacidad sea 9.2 galones de gasolina, un cuarto del combustible serán, aproximadamente, 2.31 galones. Es decir que cuando esa sea la cantidad de combustible total que tiene el carro para operar el testigo alumbrará indicando que es urgente reabastecer de combustible el vehículo.
Hay que tener en cuenta que el tiempo que dura el combustible en el tanque depende de la exigencia que el conductor le haga el vehículo, así como del consumo mínimo que tiene el carro para operar, sin embargo, los vehículos pequeños pueden lograr entre 40 y 50 kilómetros de autonomía antes de quedar sin gasolina, mientras que los grandes pueden tener una capacidad superior, siempre y cuando las condiciones de la carretera sean ‘normales’ es decir, sin esfuerzo adicional para el motor.
¿Usar la reserva?
Una creencia popular errada indica que cuando el tanque llega a la reserva el carro sabe que tiene que gastar menos, entonces gasta menos combustible, una creencia errada, ya que la premisa indica que el carro sabe lo que tiene y no tiene que hacer. Sin embargo, los expertos siempre recomiendan que el tanque del vehículo nunca debe quedarse sin combustible, pues, las bombas del motor comienzan a succionar aire, lo que puede dañar los inyectores y además generar sobrecalentamiento, ya que la gasolina también tiene una acción refrigerante antes de hacer combustión.
Según los mecánicos, lo primero que se daña en este caso son los filtros de combustible, lo que puede traer partículas sólidas que ingresan al sistema generando mal funcionamiento. Además, la presión necesaria para que los inyectores funcionen no funciona con el tanque vacío, lo que hace que el motor sufra daños que en ocasiones pueden ser irreparables.
Por otro lado, en vehículos con varios años de funcionamiento, el riesgo de que la suciedad que se acumula al fondo del tanque entre al sistema de alimentación del vehículo aumenta. Por eso lo aconsejable es que la reserva solo sea usada en caso de emergencia.