Los creyentes católicos le rinden un homenaje a la Virgen María este 7 de diciembre conocido, también, como el popular Día de las velitas. Se trata de una fecha que, de alguna manera, le da la bienvenida a la Navidad.
Esta fecha se acostumbra a vivir en compañía de la familia, de los amigos y de los seres queridos. Los faroles y las velitas son los ‘infaltables’ en la noche mágica. Y aunque muchas personas eligen el diseño y los colores que más les guste, también, resulta importante contar que existe un significado oculto de dichos elementos navideños,
Uno de los colores más elegidos en las velitas es el blanco, pues, de por sí, es relacionado con la pureza, con la vida y con el comienzo de nuevas oportunidades. Pero más allá de lo mencionado anteriormente, existe un significado más profundo.
Las velas blancas como tal transmiten un mensaje de armonía, de equilibrio, de esperanza y de protección. Lo más curioso es que encenderlas en el tradicional Día de las velitas, del 7 de diciembre, se convierten en el impulso de la existencia y en un símbolo protector que, además, aleja las malas vibras, los problemas, al igual que las personas negativas.
Estas velas de color blanco transmiten paz y calma, motivo por el que son ‘infaltables’ en millones de hogares, bien sea para orarle a Dios o para el día 7 de cada diciembre. De hecho, este tono, que es claro y libre, estimula la claridad mental y permite descargar las angustias y los sentimientos negativos.
Y aparte de jugar un papel significativo en el Día de las velitas, también, las velas blancas ayudan a hacer limpiezas de energías en cualquier espacio. Igualmente, han ganado reconocimiento por aportar positivamente a la vida de quienes las eligen en cuanto al amor y a su progreso personal y profesional.