En el Día Mundial del Agua se rinde homenaje a este recurso, pero también se fomentan medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua. Las Naciones Unidas celebran anualmente el Día Mundial del Agua el 22 de marzo para destacar su importancia.

En el período previo al 22 de marzo, particulares y organizaciones participan en la campaña pública mundial. En este proceso se acogen actos relacionados con el Día Mundial, a la vez que se promueve esta fecha desde diferentes frentes.

Además, en esta fecha se se publica el Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos. “La gestión del ciclo del agua sustenta los avances en toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente en relación con el hambre, la equidad de género, la salud, la educación, los medios de subsistencia, la sostenibilidad y los ecosistemas”, explica la ONU.

Una residente lleva un cuenco de agua, que recoge varias veces al día, a través del suelo árido a una distancia bastante grande de su aldea Tata Bathily en Matam, Senegal. | Foto: REUTERS

Aunque el acceso al agua es un derecho humano, 2.200 millones de personas carecen de servicios de agua potable gestionados de forma segura, un panorama que tiene consecuencias devastadoras para sus vidas y para la sociedad. El agua también ocupa un lugar central en la adaptación al cambio climático, al servir de vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad humana y el medio ambiente.

Para este año, la campaña de la ONU del Día Mundial del Agua centra su mensaje en la paz. La razón es que la escasez o contaminación del agua y el acceso desigual o nulo a este recurso son factores que pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países.

“Más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten”, destaca Naciones Unidas.

Aunque el acceso al agua es un derecho humano, 2.200 millones de personas carecen de servicios de agua potable. | Foto: Riccardo Lennart Niels Mayer

A esto se suman los impactos del cambio climático y el crecimiento poblacional, que hacen necesaria la unión entre países para la protección y conservación del recurso más preciado. Eso, teniendo en cuenta que la salud pública, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del agua.