Uno de los electrodomésticos que son impredecibles en casa es la lavadora, esta, además de ahorrar mucho tiempo, contribuye a que la ropa quede limpia y libre de malos olores. Sin embargo, hay una opción incluida en este aparato eléctrico que promete potenciar su uso y dejar las prendas como nueva.
Se trata del botón de prelavado. Aunque no todas las lavadoras lo tienen, aquellas que sí cuentan con esta función ofrecen una ventaja respecto a la eliminación de suciedad y manchas difíciles.
El prelavado es una fase adicional que se realiza antes del ciclo de lavado principal. Consiste en un enjuague inicial que ayuda a remover la suciedad más pesada, asegurando que el ciclo de lavado principal sea más efectivo. Además, al aflojar esta suciedad, se mejora la eficacia del detergente y se obtiene una limpieza más profunda.
Es de esta forma que, al remover la capa más gruesa de suciedad durante el prelavado, el detergente del ciclo principal puede concentrarse en limpiar las fibras de las prendas, resultando en una ropa más limpia.
Esta función también puede ayudar a proteger las prendas delicadas, ya que permite un tratamiento inicial suave antes de someterlas al lavado principal. Esto puede prolongar la vida útil de la ropa, manteniendo los colores y las texturas en mejor estado.
Así es como funciona el prelavado
Durante el prelavado, la lavadora llena el tambor con agua y realiza un enjuague inicial. Esto ayuda a aflojar la suciedad y las manchas incrustadas en las prendas.
En muchos modelos de lavadora, se puede añadir una pequeña cantidad de detergente al compartimento designado para dicha función. Este detergente extra actúa en las manchas difíciles, descomponiendo la grasa y la suciedad antes del lavado principal.
Después del enjuague inicial y la acción del detergente, la lavadora realiza un ciclo de enjuague para eliminar la suciedad desprendida y el detergente utilizado en el prelavado.