En diversas culturas y tradiciones, se cree que ciertos colores tienen propiedades protectoras o pueden alejar energías negativas. No obstante, hay quienes prefieren emplear los amuletos, y los colores, como una forma de repelar esa negatividad.
En ese sentido, las pulseras se han convertido en grandes aliadas de quienes creen que portando una pueden protegerse de la envidia y las malas energías.
Así las cosas, las pulseras de colores específicos comúnmente se asocian con la protección, por ejemplo, se cree que el azul es un color calmante y protector. Y, en algunas culturas, se considera que tiene propiedades para disipar la negatividad.
El rojo, por su parte, suele asociarse con la energía, la vitalidad y la protección. Y en algunas tradiciones, se cree que el rojo puede alejar la envidia y el mal de ojo, por lo que es muy común verlo en recién nacidos, bebés a los que sus padres suelen ponerle estas pulseras.
En el caso del color negro, este se asocia con la absorción de energías negativas, y para algunas personas puede actuar como un escudo protector.
Finalmente, y aunque no es un color en sí mismo, el ojo turco es un amuleto de vidrio con forma de ojo que se cree protege contra el mal de ojo y la envidia.
Ahora bien, según el Feng shui, estos lazos de colores, utilizados para la protección, deben llevarse en la mano izquierda porque se cree que es el lado receptor de energía. Aunque, llevarla en la mano derecha puede proyectar energía positiva y proteger activamente.