Uno de los problemas más comunes que enfrentan los propietarios de vehículos es encontrar manchas de chicle pegadas en la tapicería. Este tipo de incidentes puede ocurrir con sorprendente facilidad: un pasajero desprevenido o un niño distraído pueden dejar un pedazo de chicle en el asiento, que luego se adhiere a la tela o al cuero, convirtiéndose en una molestia difícil de eliminar.

El primer paso para eliminar una mancha de chicle es endurecerla, lo que se logra fácilmente mediante el uso de hielo. Al aplicar hielo sobre el chicle, este se solidifica, lo que facilita su remoción sin dejar residuos pegajosos. Para comenzar, envuelve un par de cubos de hielo en una bolsa plástica o en un paño fino. Asegúrate de que el hielo esté bien sellado para evitar que el agua se filtre y moje la tapicería. Coloca la bolsa o el paño sobre la mancha de chicle durante unos 10 a 15 minutos.

Una vez que el chicle se haya endurecido, usa una herramienta de borde plano, como una espátula de plástico o una tarjeta de crédito, para raspar suavemente el chicle de la superficie de la tapicería. Es importante proceder con cuidado para no dañar el material. En la mayoría de los casos, el chicle se desprenderá en trozos grandes, dejando solo pequeñas partículas que pueden ser retiradas con una aspiradora o con un cepillo de cerdas suaves.

En la mayoría de los casos, el chicle se desprenderá en trozos grandes, dejando solo pequeñas partículas que pueden ser retiradas con una aspiradora o con un cepillo de cerdas suaves. | Foto: El País

Después de retirar la mayor parte del chicle, es probable que queden residuos pegajosos en la tapicería. Para deshacerse de ellos, se recomienda utilizar un limpiador casero a base de productos que están disponibles en la mayoría de los hogares. Una mezcla de agua tibia y detergente para platos es eficaz para limpiar los restos de chicle sin dañar la tela o el cuero.

Para preparar la solución, mezcla una cucharadita de detergente con un vaso de agua tibia. Sumerge un paño limpio en la mezcla y luego úsalo para frotar suavemente la zona afectada. Asegúrate de no empapar demasiado el área, especialmente si la tapicería es de tela, ya que el exceso de humedad podría provocar manchas de agua o moho. Después de aplicar la solución, utiliza un paño seco para absorber el líquido restante y dejar la tapicería lo más seca posible.

En algunos casos, los residuos de chicle pueden ser más difíciles de eliminar, especialmente si han estado en la tapicería durante mucho tiempo. En tales situaciones, el alcohol isopropílico puede ser un aliado valioso. Este producto es conocido por su capacidad para disolver residuos pegajosos sin dañar la mayoría de las superficies.

Para utilizar alcohol isopropílico, vierte una pequeña cantidad en un paño limpio y aplícalo directamente sobre la mancha. Frota suavemente el área, utilizando movimientos circulares para aflojar los residuos restantes.

A medida que el alcohol disuelve el chicle, este comenzará a levantarse, lo que te permitirá limpiarlo con facilidad. Recuerda probar el alcohol en una pequeña área oculta de la tapicería antes de aplicarlo sobre la mancha, para asegurarte de que no cause decoloración o daño.

Si la tapicería de tu carro es de cuero, es importante ser especialmente cuidadoso al eliminar manchas de chicle. El cuero es un material más delicado que la tela y puede dañarse con métodos de limpieza demasiado agresivos. En lugar de usar soluciones a base de agua, es recomendable emplear un limpiador específico para cuero o un producto suave, como el vinagre blanco diluido en agua.

Aplica el limpiador con un paño suave y frota con cuidado, evitando frotar con demasiada fuerza. Una vez que hayas eliminado la mancha, acondiciona el cuero con un producto específico para mantener su flexibilidad y prevenir el agrietamiento.

Una vez que hayas eliminado la mancha, acondiciona el cuero con un producto específico para mantener su flexibilidad y prevenir el agrietamiento.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.