Aunque son casi que invisibles a simple vista, los ácaros son pequeños insectos que pueden resultar molestos y comprometer la salud de los inquilinos de la casa, pues su presencia puede causar problemas como alergias, asma y dermatitis, debido a los excrementos y restos que dejan en su entorno.
Estos animales suelen tener su hábitat en colchones, almohadas, alfombras y muebles tapizados. Para esta molestia existe un truco casero, simple y efectivo que puede ayudar a reducir su presencia.
Si bien es cierto, los ácaros se alimentan principalmente de células muertas de la piel humana y animal, y crecen ambientes cálidos y húmedos, razón por la que zonas como los colchones, alfombras, cortinas y sofás son sus lugares favoritos.
Uno de los métodos más efectivos para ahuyentar a los ácaros de casa es el de bicarbonato de sodio combinado con aceites esenciales. Este truco no solo es asequible y económico, sino que también es seguro para el hogar, ya que no involucra el uso de productos químicos agresivos que pueden ser dañinos para la salud.
El bicarbonato de sodio es un producto versátil con propiedades desinfectantes y absorbentes que lo convierten en una opción excelente para combatir los ácaros.
Para llevar a cabo este truco casero, el primer paso consiste en rociar una capa uniforme de bicarbonato sobre las superficies que suelen acumular ácaros y dejar que este repose durante al menos 30 minutos.
Este tiempo permitirá que el polvo absorba la humedad y las partículas que atraen a los ácaros.
Después de ello, se recomienda agregar unas gotas de aceites esenciales como el aceite de árbol de té, que tiene propiedades antifúngicas y acaricidas.
Otras opciones que pueden tener gran efectividad son el aceite esencial de eucalipto, menta o lavanda, que también tienen propiedades repelentes.
Una vez que el bicarbonato ha actuado, pase la aspiradora por las superficies en las que agrego este compuesto. Esto ayudará a eliminar tanto el bicarbonato como los restos de ácaros muertos y sus excrementos.