Cuando se va a consumir una bebida gaseosa que se encuentra en una lata, pero previamente se ha caído, la agitación del gas en su interior provocará que al abrirla se derrame por completo.
Si desea abrir una bebida gaseosa sin que se derrame debido a una agitación previa, siga los siguientes pasos.
- Agite con fuerza una lata de refresco durante aproximadamente 1 minuto.
- Una vez agitada, golpee en 3 puntos de la lata con el dedo, arriba, en medio y abajo.
- Repita el proceso hasta que haya dado vuelta a la lata dos veces.
- Abre la lata y verá que la ha podido abrir sin derramar el líquido de su interior.
Este suceso ocurre, ya que el dióxido de carbono que está atrapado dentro de una lata se ha disuelto en el líquido y se ha convertido en ácido carbónico.
Al agitar la lata, las burbujas de ácido carbónico se pegan a las paredes, y por la presión, al abrirla, estas salen disparadas arrastrando el líquido. Al golpear las paredes, se desprenden todas esas burbujas, que suben a la superficie; y así el gas sale solo sin derramar líquido.
Los riesgos de tomar gaseosas con otros alimentos
El consumo excesivo de bebidas gaseosas puede provocar efectos negativos en el cuerpo como el aumento de peso, problemas dentales, aumento del riesgo de diabetes tipo 2, deshidratación y un impacto bastante fuerte en la salud ósea. Por eso, es fundamental moderar su consumo, y aun más, evitar mezclarla con algunos alimentos.
Por sus grandes cantidades de azúcar y tomarla con algunos ingredientes, se podría generar molestias digestivas o efectos no deseados. Por eso, a continuación se presentará la lista de algunos alimentos con los que no se recomienda mezclar, según un artículo publicado por Mejor con Salud:
Leche y lácteos: Algunas personas pueden experimentar malestar estomacal si consumen bebidas gaseosas junto con productos lácteos, como leche, yogur o helado. La combinación de los ácidos de la gaseosa y la lactosa de los lácteos podría generar fermentación y producir gases. Por ejemplo, unas pastas con crema o un pastel de cumpleaños. Cuando llegan al estómago el refresco y la leche se produce una gran acidez que se traducirá en dolores estomacales, reflujo o indigestión.
Comidas picantes o muy condimentadas: El gas de las bebidas gaseosas puede agravar la sensación de ardor o acidez estomacal causada por alimentos picantes o condimentados. Puede ser mejor evitar combinar estas comidas con gaseosas si eres propenso a la acidez estomacal.
Alimentos ricos en fibra: Si consumes una gran cantidad de alimentos ricos en fibra, como verduras crucíferas (coliflor, brócoli, repollo) o legumbres, junto con gaseosas, es posible que experimentes una sensación de hinchazón o gases debido a la fermentación de la fibra en el intestino.
Café: Aunque no se cree que las personas mezclen el café con gaseosa, pues si se puede llegar a presentar que se tome una bebida antes que la otra y estas se mezclen en el sistema digestivo. Ambas tienen altas dosis de cafeína lo que probablemente puede generar mucho insomnio. Además la mezcla de estas dos bebidas puede generar espuma burbujeante que deriva a una acidez muy fuerte. Una sobre dosis de cafeína puede afectar negativamente el sistema nervioso central.
Pan dulce: Para las fiestas o en las tardes se suele consumir esta entredía tan rica y dulce. Si a eso le sumamos la cantidad de azúcar que tienen los refrescos, el resultado es un aumento peligroso de los niveles de glucosa en sangre. También en normal sentir alerta por la cantidad de azúcar que hay en el organismo. Por lo tanto, para disfrutar del pan dulce en Navidad o en cualquier época del año, no lo combine con refrescos de cola ni de ningún otro tipo.
Es importante escuchar al cuerpo y observar cómo reacciona a diferentes combinaciones de alimentos y bebidas. Cada persona es diferente y puede tener tolerancias y sensibilidades únicas.