Desde marzo de 2021, la Unión Europea ha implementado una nueva etiqueta de clasificación energética para los electrodomésticos, con el objetivo de simplificar la evaluación de la eficiencia energética y promover una mayor transparencia. Esta modificación en el sistema de clasificación tiene implicaciones importantes tanto para los consumidores como para el medio ambiente. A continuación, se analiza el cambio en la clasificación energética y su impacto.
De la escala A+++ a la nueva clasificación
Antes de la implementación de la nueva etiqueta en marzo de 2021, la clasificación energética de los electrodomésticos en la Unión Europea se basaba en una escala que incluía las categorías A+++, A++, A+, A, B, C y D. Este sistema, aunque detallado, resultaba a menudo confuso debido a la multiplicidad de subcategorías dentro de la letra A.
- A+++ (la más eficiente): Indicaba los electrodomésticos con el menor consumo de energía y considerados altamente eficientes.
- A++, A+: Representaban niveles altos de eficiencia, pero con un consumo mayor en comparación con A+++.
- A, B, C, D (la menos eficiente): Denotaban una menor eficiencia energética, siendo D el nivel más bajo.
Este sistema permitía a los consumidores distinguir entre diferentes niveles de eficiencia dentro de la categoría A, pero con el tiempo se volvió complejo para una parte significativa de los usuarios.
La nueva escala de clasificación: Simplicidad y claridad
Con la introducción de la nueva etiqueta de clasificación energética, la Unión Europea ha simplificado el sistema para hacerlo más accesible y comprensible. La nueva escala se divide en siete categorías: A, B, C, D, E, F y G.
- Categoría A: Representa los electrodomésticos más eficientes, con el menor consumo de energía.
- Categorías B, C, D: Incluyen electrodomésticos con una eficiencia energética menor en comparación con la categoría A, pero aún con un rendimiento razonable.
- Categorías E, F, G: Indican un menor nivel de eficiencia energética, siendo G la categoría menos eficiente.
Cada categoría está asociada con un color específico, que va del verde (para la categoría A) al rojo (para la categoría G). Este esquema de colores proporciona una representación visual clara que facilita la identificación rápida de la eficiencia energética de los productos.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.