El salmón es uno de los alimentos más consumados cuando de llevar una vida saludable se trata sin dejar de comer sabroso. Es bajo en grasas saturadas y contiene ácidos grasos omega 3, por lo que siempre será el rey de los pescados.
Los beneficios que se le atribuyen para la salud son muchos. Uno de ellos es que previene del endurecimiento de las arterias, disminuyendo así de la posibilidad de sufrir ataques al corazón.
Asimismo, al ser un alimento rico en omega-3 tiene potencial para ayudar con problemas cognitivos como la enfermedad del Alzheimer. Además, existen menores probabilidades de sufrir depresión si se añade el salmón a una dieta semanal.
Algunos médicos naturistas aseguran también que el consumo de salmón disminuye el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer en la sangre. Las sustancias como el selenio, que son de alto contenido en el salmón, funcionan como antioxidantes en el cuerpo y ayudan a prevenir este tipo de cáncer.
Y entre los múltiples beneficios está el que previene que el colesterol se pegue en las paredes de los vasos sanguíneos. Además, ayuda y aumenta la circulación de la sangre, y evita la formación de coágulos.
Este pescado tiene propiedades antiinflamatorias que combaten el envejecimiento prematuro de la piel. Igualmente, ayuda a combatir problemas de la piel como la psoriasis o el cáncer de piel.
Cómo cocinar el salmón de forma saludable
El salmón es uno de los pescados más abundantes en el supermercado y las recetas para su preparación de forma saludable son innumerables, pues por su característica admite todo tipo de cocinados y salsas. Sin embargo, es importante saber cómo cocinarlo de forma correcta, para que salga un plato espectacular.
Estos son algunos consejos para lograrlo:
No quitar la piel: La piel del salmón protege a la hora de cocinar el pescado, ya que ayuda a retener los jugos y mantener la carne tierna. Independientemente de que se vaya a comer la piel o no. Después de cocinarlo, la piel puede ser retirada.
Quitar las espinas antes de cocinarlo: Aunque parezca difícil, quitar las espinas del salmón es muy sencillo y lo ideal es hacerlo antes de cocinarlo.
Cocer el salmón: Si la receta que se quiere preparar es la de cocer el salmón en agua hirviendo, un consejo es darle sabor al propio agua y no sazonar el salmón. Para esto se pueden añadir vegetales, sal, especias y aceite al agua para darle sabor al salmón cocido.
Sazonar el salmón: El salmón debe ser sazonado con sal justo antes de cocinarlo, para que no pierda humedad y se reseque.
Salmón a la plancha: Si la idea es cocinar el salmón a la plancha, bastará con asarlo una vez por cada lado, sin necesidad de darle vueltas y vueltas.