Los camarones son uno de los alimentos de mar, y también de agua dulce, más consumidos en el mundo, debido a su agradable sabor y por valor nutricional, rico en proteínas, vitaminas y minerales. Muchos platos en el mundo, de cocinas orientales, europeas y tropicales, tienen como protagonista a los camarones, conocidos igual como gambas y quisquillas, y en todas estas gastronomías hay una práctica fundamental que garantiza el buen sabor y sobre todo la salud del comensal: eliminar la vena negra que traen estos crustáceos.
La primera recomendación, para quienes va a preparar por primera vez un plato con camarones, es que antes de cocinarlos deben quitarles la vena negra, pero con frecuencia se olvida explicar por qué es fundamental hacerlo.
La razón está en que la vena negra no es otra cosa que el intestino del camarón, es decir, donde se alojan sus heces, que están formadas por detritus de algas, animales muertos y restos del fondo marino. No en vano, estos crustáceos que, de hecho, son muy parecidos a los insectos, son llamados cucarachas marinas.
Debido a su dieta, en el intestino de los camarones quedan parásitos, bacterias y sustancias que pueden significar un riesgo para la salud del consumidor. Pero, lejos de una intoxicación por ingerir un camarón sin limpiar adecuadamente, la primera razón para quitarle esta víscera negra, o de color verdoso o amarillento, es que daña por completo el sabor de la comida, siendo una experiencia totalmente desagradable.
La vena negra se puede quitar de una forma muy sencilla, después de quitar alguna escama al crustáceo, se abre un surco en la parte superior de su cuerpo, para esto se recomienda usar un cuchillo pequeño. Después se toma la vena con los dedos y jala hasta que se desprenda por completo del camarón. Por último, se debe lavar muy bien con agua y luego cocinarlos.
Si bien en algunos platos, como el seviche, los camarones se comen casi crudos y con limón, eso no quiere decir que haya completa seguridad en su limpieza. La única forma de acabar con gérmenes y bacterias es cocinándolos, las altas temperaturas eliminan estos microorganismos.